domingo, 22 de septiembre de 2013

Entrevista al Cardenal Burke

The Wanderer publica una larga entrevista, en lengua inglesa, a Su Eminencia del Cardenal Raymond Leo Burke, Prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica, en la que se expresa con la claridad que le caracteriza. Estos son los párrafos dedicados los beneficios que ha reportado el motu proprio Summorum Pontificum:
"He constatado una serie de beneficios. En primer lugar, ahora hay un sentido mucho más fuerte de la acción divina en la forma ordinaria. Había una cierta tendencia en la celebración de la forma ordinaria a poner el centro de atención en el sacerdote y la congregación, en lugar de Cristo, quien llega en medio de la congregación a través del ministerio del sacerdote, para dar el regalo de su vida como lo dio primero en el Calvario y renovar ese sacrificio para nosotros en cada Santa Misa.
Otro beneficio estrechamente conectado es un reconocimiento de la verdadera reforma de la liturgia deseada por el Concilio, a saber: una reforma que en continuidad con la tradición centenaria de la iglesia, no una renovación que sería una ruptura de la tradición litúrgica. La celebración de las dos formas del rito romano han conducido a una creciente conciencia de la necesidad de recuperar algunos de los elementos de la tradición litúrgica descartados con demasiada velocidad después del Concilio, contrariamente a la intención del Concilio.
En otras palabras, lo que el Papa Benedicto XVI tenía en mente era promover la reforma verdaderamente deseada por el Concilio: una reforma en continuidad con la tradición centenaria de la iglesia y no una ruptura".
The Wanderer

7 comentarios:

  1. "En primer lugar, ahora hay un sentido mucho más fuerte de la acción divina en la forma ordinaria"

    Eminencia: yo no lo veo. En la mayoría de las iglesias, al menos en España, se sigue celebrando el Novus Ordo de forma banal.

    "La celebración de las dos formas del rito romano han conducido a una creciente conciencia de la necesidad de recuperar algunos de los elementos de la tradición litúrgica descartados con demasiada velocidad después del Concilio, contrariamente a la intención del Concilio".

    Insisto: eso será en círculos muy reducidos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué bien se le entiende siempre a S.E.R el Cardenal Burke!
    No como a otros que, después de seis horas de entrevista,no sabes si ha hablado de Juana o de su hermana.

    ResponderEliminar
  3. En el cardenal los hechos se unen a las palabras, habla con mesura y sensatez y mucho amor a la Santa Iglesia. Una esperanza y un ejemplo para todos ante tanta confusión.

    ResponderEliminar
  4. NO CREO QUE EL PAPA BERGOGLIO LO TOLERE ; MUCHO NOS TEMEMOS QUE TERMINE SIENDO , EL NUEVO ARCIPRESTE DE LA BASILICA DE SANTA MARIA LA MAYOR !!!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. Arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor, lo consideraría un premio para el Cardenal Burke lo mandara a la Iglesia mas recóndita y austera de la Urbe Romana. Un consistorio mas de S.S Benedicto XVI con 10 Cardenales más de la escuela de Cipriani, Burke, Ranjith, y la Historia hubiera sido otra.

    Saludos

    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Unknown, por desgracia estoy de acuerdo contigo y ojo que igual se acaba abrogando el Summorum Pontificum por ideologizado y restauracionista pelagiano. Dios quiera que me equivoque. Hay que orar por el Santo Padre y veremos si a Burke no lo manda a África a alguna de las Misiones del Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote. Sería lo mejor para tenerlo lejos. Madre mía, tenéis razón, si sólo hubiese otros 10 ó 15 Cardenales como Cipriani, Malcom o Burke, ahora muchos nos ahorrariamos digustos y no estaríamos en una incertidumbre constante.

    ResponderEliminar
  7. Señor Cardenal Burke, dados los nuevos planes para dejar como una piltrafa la Liturgia Pontificia, me parece que no le queda mucho tiempo en Roma. Dios mío, es para ponerse a llorar. Estoy viendo que todo lo que han hecho el Beato Juan Pablo II y Benedicto XVI se lo están cargando y lo peor será cuando fallezca Benedicto XVI. Señor, ilumina al Santo Padre. Somos cada vez más los que nos estamos quedando perplejos.

    ResponderEliminar