domingo, 18 de julio de 2021

Traditionis Custodes y los obispos

Hay un aspecto llamativo en el motu proprio Traditionis Custodes y la carta del Papa Francisco que lo acompaña: las severas limitaciones a la autoridad de los obispos en sus respectivas diócesis, bajo apariencia de lo contrario. 

Los poderes de los obispos son plenos para el desmantelamiento de la liturgia con la forma extraordinaria: prohibir misas, clausurar parroquias personales, cancelar los permisos a los sacerdotes que ya lo celebran.

Sin embargo se les priva de cualquier posibilidad de gesto en favor de aquello que San Juan Pablo II llamó "aspiraciones legítimas" a la Liturgia tradicional: a los obispos se les prohíbe crear nuevas parroquias personales, se les impide otorgar permisos para celebrarla salvo autorización de Roma a los sacerdotes recién ordenados, se les demanda no autorizar nuevos grupos, se les impide autorizar celebraciones en parroquias. 

¿Por qué el criterio de un obispo es válido para cerrar una parroquia personal o disolver un grupo de fieles y no es fiable para autorizar a un sacerdote de su presbiterio a comenzar a celebrar con un misal que nunca ha sido abrogado y del que los Papas inmediatos se han expresado en términos elogiosos?

2 comentarios:

  1. Creo que como estan las cosas los obispos favorables a la misa tridentina deberian de callar no vaya ser que los persigan o destituyan.

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    1. Es el riesgo de defender la Fe y la Verdad. Si callamos, seguramente el resultado puede ser mucho peor a la larga.

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