Su Santidad el Papa Francisco ha creado nuevos Cardenales de la Santa Iglesia Católica. Entre otros, recibirán la sagrada púrpura el presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, Arzobispo Müller. Y un español, Monseñor don Fernando Sebastián, Arzobispo Emérito de Pamplona y residente en la ciudad de Málaga.
Entre los nuevos cardenales hay al menos dos que han mostrado cercanía y apoyo a la forma extraordinaria del Rito Romano: Monseñor don Orani João Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro, y Monseñor don Gualtiero Bassetti, Arzobispo de Perugia.
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| El Arzobispo de Perugia (ahora nombrado Cardenal por el Papa Francisco) oficia la Santa Misa tradicional en la Capilla del Seminario del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote |
Dos de diecinueve. ¿Lloramos o rezamos?¿O las dos cosas?
ResponderEliminarLa otra cara de la moneda es la pinta del neocardenal Brenes:
ResponderEliminarhttp://du89eogdt5czf.cloudfront.net/wp-content/uploads/sites/55/2013/10/288x318_1382325331_211013por-nota1,photo01.jpg
Por cierto, esperemos que estos cardenales continúen celebrando la Misa tradicional en el futuro...
ResponderEliminarRafael,
ResponderEliminarDos de 19 no es una mala proporción, habida cuenta de que solo 344 obispos de los más de 6000 que hay en la Iglesia han asistido a la Misa según la Forma Extraordinaria (y los que la han celebrado son muchos menos de 344!)
;)
De hecho, podríamos decir que se está sobredimensionando con 2 de 19 ;)
(Solo por aportar un poco de estadística comparativa con humor :))
Francisco Javier: Siguiendo con la estadística: De Papas, cero de cero.
ResponderEliminarFrancisco Javier: Siguiendo con la estadística: De Papas, 0 de 2.
ResponderEliminarEso en Público. En Privado no sabemos ;)
EliminarPero ahí me pillas y por algún tiempo creo que esa estadística permanecerá así, salvo que Francisco dé la campanada (lo mismo hasta le dá por ahí algún día).
Yo personalmente, de este Papa no me sorprendería ya nada. Ciertamente es un hombre que se resiste a ser encasillado.
Y qué pasó con monseñor Rodríguez Plaza de Toledo o monseñor Moraglia de Venecia o Leonard de Bruselas, sedes antiguas y cardenalicias, ¿no es un rompimiento con la tradición también? Además, por lo menos, los dos últimos expresan una perfecta hermenéutica de la continuidad, celebraciones dignas, y doctrina católica y cierta, no dudosa como la del neocardenal Muller.
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