A través del blog La cigüeña de la torre, he tenido acceso a un artículo de Jean-Marie Guénois, dentro de los blogs de Le Figaro, sobre la posibilidad de un acuerdo "in extremis" en este pontificado con la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X. Un acuerdo que no se producirá, ya que el portavoz del Vaticano, padre Lombardi, ha declarado, hoy 21 de febrero, que el dossier pasará al nuevo Papa. Sin embargo, el artículo de Jean-Marie Guénois sí incluye algunos párrafos muy interesantes que he querido traducir, sobre todo porque contiene reflexiones acertadas sobre el pontificado de Benedicto XVI.
Religio blog
“...la negociación con la fraternidad San Pío X, fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre era uno de los "fracasos" del pontificado. Si no su fracaso mayor: Benedicto XVI aceptó todas las peticiones de la fraternidad: rehabilitación de la Misa en el rito antiguo, levantamiento de las excomuniones, propuesta de un acuerdo doctrinal. Él ha puesto todo su corazón de pastor angustiado por la unidad del rebaño. Nunca un Papa había dedicado tanto trabajo personal, a un expediente tan especial, con riesgo de ser completamente incomprendido. Él mismo sufrió una difamación global por el caso de Williamson.Esta negociación, a menudo vista en Italia o en la Iglesia universal como un “asunto francés”, no lo es en realidad. Es uno de los símbolos del pontificado......Si de hecho hubiera que resumir brevemente el pontificado de Benedicto XVI, sería la rehabilitación de la fe y la identidad católicas. Una imagen resume todas. La que se vió en la JMJ en Madrid, en la vigilia y antes de la tormenta y el diluvio que aconteció de repente, no fue el espectáculo de un Papa ante más de un millón de jóvenes, sino un increíble silencio de oración ante una hostia consagrada, con un Papa de rodillas a la cabeza. En la visión católica, por lo tanto, la adoración de Dios, puesto que la Iglesia cree que Cristo está realmente presente en la hostia consagrada bajo apariencia de pan.Es necesario hacer constar este hecho: los monasterios y seminarios que se llenan, las nuevas comunidades y los sacerdotes que destacan, son en su mayoría personas que doblan la rodilla ante la Eucaristía.Si se perdió esta práctica, ¡ahora ha reaparecido realmente! Impulsada bajo Juan Pablo II, este retorno de la fe eucarística se ha culminado durante el pontificado de Benedicto XVI.No se comprende absolutamente nada de la evolución actual de la Iglesia, o se queda uno en la superficie, si no toma lectura esencial de esta clave.Otra manera de decirlo, más concreta, sería la siguiente, y sin ninguna acritud hacia los protestantes: el pontificado de Benedicto XVI ha “desprotestantizado” la Iglesia Católica. Para disgusto del ala progresista. Pero esta realidad objetiva hace rechinar los dientes.Es necesario tenerlo en cuenta para entender mejor el alcance de las discusiones con los lefebvrianos... Benedicto XVI, teólogo, ha "re-catolizado" la Iglesia. No hay mucho más que añadir. Si dijo este verano a su biógrafo, Peter Seewald, que tenía la sensación de haber cumplido a su misión, es por ésto. Realmente se ha ceñido a la esencia. Su objetivo era lo esencial de la fe católica. Ha puesto fin a los titubeos y experimentos del período post Conciliar.Es por eso que siempre ha visto favorablemente la fraternidad de San Pío X. No como una tribu de irreductibles, o como un museo. No se deja influir por la agresividad de algunos hacia dicha fraternidad. Ve a estos sacerdotes y su obra como un espacio donde se vive la esencia de la fe católica. Algunos rechazarán leer esto, pero este es el sentido de la carta del arzobispo Di Noia, publicada anteriormente.En consecuencia Benedicto XVI nunca ha visto normal que estas personas que comparten 'lo esencial', sean rechazados, mientras que sacerdotes, teólogos y obispos, es decir católicos “en regla”, no reconozcan –sosteniendo desde este punto de vista una teología filoprotestante– esta presencia real de Cristo en la Eucaristía.Por supuesto que hay asuntos doctrinales y enfoques muy conflictivos sobre el Concilio Vaticano II. Pero es fundamental entender esta convergencia en lo esencial de la fe: Benedicto XVI no quiere readmitir a la sociedad de San Pío X para resolver un problema como lo haría un gerente. Piensa que tiene su lugar en el gran cuerpo de la iglesia y un papel importante que desempeñar. Y que ya lo juega aunque no sea consciente de ello.Esta visión de las cosas no es para mentes estrechas. Y hay dos lados. No entra en las mentes jurídicas (en el sentido de los canonistas, estos abogados de la Iglesia asustados por un centímetro que se sobrepasa) o técnicas (en el sentido de la teología, a veces en la cuerda floja). Esta visión no es solamente de orden místico o espiritual. Es una visión intelectual, en el sentido del conocimiento profundo de las cosas como son y como funcionan..."
Es verdad que Benedicto XVI ha puesto mucho empeño en la reconciliación con la FSSPX, pero también ha sido él quien la ha frenado al introducir en el famoso Preámbulo unas claúsulas que Fellay considera inaceptables. En junio, el Superior de la Hermandad fue a Roma a firmar el acuerdo, pero se encontró por sorpresa con unas exigencias con las que no contaba y que el propio Benedicto XVI había introducido en el documento tal como confirmó en una carta dirigida a Fellay. Por si fuera poco, el Papa nombró Prefecto de la CDF al Obispo Müller, conocido por su escasa simpatía hacia la FSSPX.
ResponderEliminarEn cuanto a la "recatolización" de la Iglesia, queda muchísimo por hacer.
S.S. Benedicto XVI ha intentado con todos sus medios una regeneración y limpieza de la Iglesia Catolica , pero el maligno esta muy arraigado dentro del Vaticano , hace falta un gran asceta ,además de muchos exorcistas para expulsarlo de alli y el nuevo Ritual en lenguas vernaculas ,es un juguete en manos de estos ex angeles .
ResponderEliminarHermenegildo: permítame que dude mucho de que el origen de las cláusulas del Preámbulo a última hora viniesen del Papa.
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