lunes, 30 de enero de 2012

Obispo de Albenga-Imperia exige obediencia al motu proprio

Monseñor Mario Oliveri, Obispo de Albenga-Imperia, ha publicado una dura carta dirigida a los sacerdotes y diáconos de su diócesis, en la que les recrimina la oposición al motu proprio Summorum Pontificum y la falta de sensibilidad hacia los fieles que desean la liturgia tradicional y hacia los sacerdotes que quieren oficiar la Santa Misa en la forma extraordinaria.

La carta ha sido traducida al español por La buhardilla de Jerónimo, donde pueden leerla en su integridad. Nosotros hemos extraído algunos de los párrafos más interesantes:

"Queridos sacerdotes y diáconos,
Es con mucha amargura de ánimo que he debido constatar que no pocos de vosotros habéis asumido y expresado una incorrecta actitud de mente y de corazón frente a la posibilidad, dada a los fieles por el Motu Proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI, de tener la celebración de la Santa Misa “en la forma extraordinaria”, según el Misal del beato Juan XXIII, promulgado en 1962... (ya)  indiqué con fuerza y claridad cuál es el valor y el sentido del Motu Proprio, cómo se debe interpretar y cómo se debe acoger, con la mente abierta al contenido magisterial del Documento y con la voluntad pronta a una convencida obediencia. La toma de posición del Obispo no faltaba a su sosegada autoridad, convalidada por su plena concordancia con un acto solemne del Sumo Pontífice. La toma de posición del Obispo estaba fundada en la racionalidad de su argumentar teológico sobre la naturaleza de la Divina Liturgia, de su inmutabilidad de la sustancia en sus contenidos sobrenaturales, y estaba además fundada en cuestiones de orden práctico, concreto, de sentido común eclesial.
Las reacciones negativas al Motu Proprio y a las indicaciones teológicas y prácticas del Obispo son casi siempre de carácter emotivo y dictadas por un razonamiento teológico superficial, es decir, por una visión “teológica” más bien pobre y miope, que no parte y que no alcanza la verdadera naturaleza de las cosas que conciernen a la fe y al obrar sacramental de la Iglesia, que no se nutre de la perenne Tradición de la Iglesia, que se fija en cambio en aspectos marginales o, por lo menos, incompletos de las cuestiones...
He sabido que en algunas zonas, por parte de diversos sacerdotes y párrocos, ha existido la manifestación casi de burla hacia fieles que han pedido valerse de la facultad, más aún del derecho, de tener la celebración de la Santa Misa en la forma extraordinaria; y también la expresión de desprecio y casi de hostilidad frente a los hermanos sacerdotes bien dispuestos a comprender y secundar los pedidos de los fieles. También se ha opuesto una prohibición, no muy serena, sosegada y razonada (pero bien razonada no podía ser) de publicar avisos de la celebración de la Santa Misa en la “forma extraordinaria” en determinada iglesia, a determinado horario.
Pido que se deponga toda actitud no conforme a la comunión eclesial, a la disciplina de la Iglesia y a la obediencia convencida que se debe a actos importantes de magisterio o de gobierno.
Estoy convencido de que este pedido mío será acogido en espíritu de filial respeto y obediencia..."


6 comentarios:

  1. En España es a muchos obispos a quienes hay que pedir obediencia al Motu Proprio.

    ResponderEliminar
  2. Esto es lo que ha dejado la famosa primavera eclesial de los años setenta: desobediencia y desvergüenza por toda la Iglesia.

    ResponderEliminar
  3. Como hecho de menos una carta así en obispos de España

    ResponderEliminar
  4. Si no se les aplica el derecho canónico a los rebeldes desvergonzados, volverán a las andadas, seguirán dando coces.
    Estoy con el Anónimo que dice que esta es "la primavera eclesial" postconciliar: desobediencia, anarquía, infidelidad, y ciscarse todos los días en los votos de pobreza, obediencia y castidad. O meten en vereda a estos curitas sandungueros o se cargan lo que queda de Iglesia, que es, por otra parte, lo que han pretendido en los últimos cuarenta años. ¡Vaya si entró bien hondo el humo de Satanás!

    ResponderEliminar
  5. Más claro imposible.

    Lo peor no es quizás las reticencias por desconocimiento o el mismo odio hacia la Misa Tradicional (irracional como lo que más)... quizás muchas veces, lo peor es lo que dice el obispo: la burla y el desprecio. ¿Es eso Evangelio?

    El que presume de Fe madura (si es que la tuviera claro), ¿desde cuándo implica reírse de los que, según ellos, tenemos una fe tan infantil que nos gusta la Misa Tridentina? ¿No decía San Pablo que él era todo en todos con tal de ganarlos a todos para Cristo? ¿No decía en Romanos, que lo peor era escandalizar a los débiles en la Fe y apartarlos por no tenerles en consideración y no respetar su conciencia?

    Si somos tan débiles en la Fe según ellos, ¿por qué nos escandalizan? ¿por qué no cumplen el Evangelio y no hacen caso al Buen Jesús que día y noche pregonan como si lo acabaran de descubrir ellos mismos?

    Es más, Pablo no comería carne ofrecida a ídolos (según cuenta en Romanos) si a un cristiano débil le escandalizara aunque él fuera libre, como cristiano, para hacerlo. Por tanto, como mínimo, deberían permitirnos a nosotros los "débiles" celebrar libremente nuestra Misa tridentina... ¡y hasta participar con nosotros en la Santa Misa con tal de que no perdamos la Fe (al igual que no solo no dejaba al otro que no comiera, sino que él mismo no comía!!)!

    Si es que ni pensando desde su misma lógica... que presume ser "tan evangélica"... se ellega a comprender el desprecio y la burla.

    ResponderEliminar
  6. mauricio ruiz mora1 de febrero de 2012, 14:22

    ¡¡¡ Un obispo extraordinario !!!

    ResponderEliminar