domingo, 2 de enero de 2022

Arzobispo Viganó: resistencia y desobediencia

Fragmento de una declaración de Monseñor Carlo María Viganó, Arzobispo Titular de Ulpiana y ex-Nuncio Apostólico de Su Santidad:

Traditionis custodes y Responsa simplemente deben ignorarse y devolverse al remitente. Hay que ignorarlos porque hay un claro deseo de castigar a los católicos que se han mantenido fieles, de dispersarlos, de hacerlos desaparecer.

Me consterna el servilismo de tantos cardenales y obispos que, para complacer a Bergoglio, pisotean los derechos de Dios y de las almas que les han confiado y que se atribuyen el mérito de manifestar su aversión a la liturgia "preconciliar", considerándose merecedores de elogio público y aprobación del Vaticano. A ellos se dirigen las palabras del Señor: "Os creéis justos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones: lo que es ensalzado entre los hombres es abominable ante Dios" (Lc 16,15).

La respuesta coherente y valiente a un gesto tiránico de la autoridad eclesiástica debe ser resistencia y desobediencia a una orden inadmisible. Resignarse a aceptar esta enésima opresión significa añadir un precedente más a la larga serie de abusos tolerados hasta ahora, y con la obediencia servil hacerse responsable de mantener un poder como fin en sí mismo.

Es necesario que los Obispos, Sucesores de los Apóstoles, ejerzan su propia autoridad sagrada, en obediencia y fidelidad a la Cabeza del Cuerpo Místico, para poner fin a este golpe eclesiástico que tuvo lugar ante nuestros ojos. Esto lo exige el honor del Papado, hoy expuesto al descrédito y la humillación de quien ocupa el Trono de Pedro. Lo exige el bien de las almas, cuya salvación es la lex suprema de la Iglesia. La gloria de Dios lo requiere, respecto del cual no es tolerable ningún compromiso.

El arzobispo polaco Mons. Jan Paweł Lenga dijo que es hora de una contrarrevolución católica si no queremos que la Iglesia se hunda bajo las herejías y los vicios de mercenarios y traidores. La promesa del Non prævalebunt no excluye en lo más mínimo, más bien pide y exige una acción firme y valiente no sólo por parte de los obispos y sacerdotes, sino también de los laicos, que como nunca antes son tratados como súbditos, a pesar de la llamamientos fatuos a la participación actosa en su papel en la Iglesia. Tomemos nota: el clericalismo ha alcanzado su apogeo bajo el "pontificado" de quienes hipócritamente no hacen más que estigmatizarlo.

+ Carlo Maria Viganò, arzobispo

27 de diciembre de 2021

Santa Iglesia Militante 

2 comentarios:

  1. El verdadero Hermenegildo2 de enero de 2022, 14:39

    Carta de Santa Catalina de Siena a Gregorio XI: "¡Ay, Santo Padre! A veces la obediencia a usted puede llevar a la condenación eterna".

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  2. El verdadero Hermenegildo2 de enero de 2022, 14:43

    Por cierto, en contra de toda evidencia, el Cardenal Sarah insiste en la supuesta continuidad entre "Summorum Pontificum" y "Traditionis Custodes":

    https://gloria.tv/post/NWhQ4ZGjAHVo6s9aMtts7vkWN

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