El padre jesuíta, reverendo Gregory Jordan, de 85 años, falleció tras sufrir un infarto mientras celebraba la Santa Misa tradicional en la iglesia de San Ignacio, en Toowong, Queensland, Australia; recibiendo la extrema unción acompañado por los miembros de la sociedad pro Misa en Latín, el pasado 19 de julio.
El padre Jordan, que era capellán de la forma extraordinaria y también exorcista de la diócesis, ha recibido el reconocimiento a muchos años de apostolado y docencia, entre otros del Arzobispo de Sidney, Monseñor Anthony Fisher, y del primer ministro australiano.
Descanse en paz.
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