Volvió a la Casa del Padre, Su Eminencia el Cardenal Baum, Penitenciario Mayor Emérito y anteriormente Arzobispo de Washington, amigo de la Misa tradicional.
No hay duda posible. La cara es el espejo del alma. Y ese rostro refleja santidad. Dale Señor el descanso eterno. Brille para él la Luz perpetua. Descase en paz.
No hay duda posible. La cara es el espejo del alma. Y ese rostro refleja santidad. Dale Señor el descanso eterno. Brille para él la Luz perpetua. Descase en paz.
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