El fanon, de antiquísimo uso, formaba parte de las vestiduras litúrgicas utilizadas por los Papas en las Misas solemnes, y es una especie de amito que se lleva sobre los hombros, por encima de la casulla. Dejó de usarse en el pontificado de Pablo VI. Juan Pablo II lo utilizó una única vez, revestido con ornamentos tradicionales. Y ayer volvió a ser utilizado de nuevo por el Papa Benedicto XVI, durante la canonización de los santos Carmen Sallés, Jacques Berthieu, Pedro Calungsod, Giovanni Battista Piamarta, Marianne Cope, Kateri Tekakwitha y Anna Schäffer. En la ceremonia se han recuperado también algunos elementos del rito tradicional de canonización, como las tres peticiones al Santo Padre, el canto del Veni Creator tras la segunda petición, y el canto del Te-Deum tras la fórmula de canonización.
El Papa Juan XXIII |
Muy bien, ahora a por el manípulo y las quirotecas, como reviste siempre que puede el buen obispo brasileño dom Antônio Carlos Rossi Keller.
ResponderEliminarEl fanón representa o la iglesia triunfante, militante y purgante o también la triple función papal de Sumo Sacerdote, Maestro y Regente
ResponderEliminarEl fanón con casulla gótica queda un poco raro.
ResponderEliminarmas vale con casulla gótica a que no se utilice el fanón
ResponderEliminarPues además de fanones y demás, lo importante sería que celebrara una misa por el "rito extraordinario". Es incomprensible que después de cinco años no lo haya hecho. El hecho se presta a todo tipo de interpretaciones.
ResponderEliminarEs hermoso ver en la realidad ornamentos que sólo conocía por los documentales antiguos.
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