viernes, 18 de mayo de 2012

Misa tradicional en Santander

No hemos conseguido obtener imágenes de la Santa Misa con la Forma Extraordinaria que se viene realizando en la cripta de la catedral de Santander, ya que no se permite realizar fotografías. Pero sí hemos recibido un testimonio sobre estas celebraciones, de un lector, veterano adorador nocturno y padre de familia, y que agradecemos:


Crónica de una hora en el cielo o el Milagro de Santander 
El tercer miércoles del pasado mes asistí a la Misa Tradicional que todos los terceros miércoles de cada mes se celebra a las ocho y cuarto de la tarde en la Cripta de la Catedral de Santander. Me sorprendió gratamente que, a pesar de ser un día entre semana y casi en la noche, y que en Santander, como de costumbre diluviaba y para más ‘inri’ había partido del Barça, la Cripta estaba abarrotada de fieles.
 
Este mes, el pasado día 16, volví a asistir y me encontré con la gratísima sorpresa de que era una Misa Tradicional de Angelis, con la asistencia del magnífico coro Schola Gregoriana de Cantabria, cuyo director artístico es el dedicado sacerdote don Lorenzo Lisaso y el presidente Pedro González Crespo
 
Es muy difícil encontrar palabras para expresar lo que el alma contempla en esta Santa Misa Tridentina, pero pienso que esa Misa fue como un anticipo del cielo en la tierra; verdaderamente el calificativo ‘de Ángelis’ le conviene sobremanera.
 
Más de doscientas cincuenta personas asistieron a esa Misa. Yo estaba situado en los primeros bancos y comencé a contar los que comulgaban, todos con muchísimo recogimiento y fervor, admirándome de la piedad que reflejaban las caras de los comulgantes, todos ellos de rodillas y en la boca, iluminados el rostro por la palmatoria encendida que sostenía el acólito. Conté 174 comuniones, pero entonces dejé de contar, al caer en la cuenta de que debía prepararme interiormente para ir a la fila a recibir a Cristo y mientras me incorporaba observé que aún la fila de espera llegaba hasta el coro situado e la parte trasera de la Cripta. Cuando terminó la Misa, tuve ocasión de hablar unos minutos con el sacerdote oficiante don Manuel Muela, párroco en la Vega de Liébana a cargo de una veintena de parroquias, al que tengo el honor de contar entre mis sacerdotes preferidos, debido a su absoluta entrega a cristo. Pues bien, él mismo me comentó que había dado más de 200 comuniones, y que estaba tan sorprendido como yo por la masiva afluencia de fieles durante las tres misas ya celebradas, no pudiéndolo achacar a otra cosa que a la sobreabundancia de la gracia de Cristo en los corazones de los fieles de Santander.
 
Suelo asistir diariamente a la Misa nueva, y con cierta frecuencia a la cripta de la catedral, y ni siquiera un domingo durante la Misa mayor- en las que suele haber como máximo unas 125 a 150 fieles- he visto tantos fieles.
 
En este testimonio, no quiero dejar de agradecer de todo corazón a nuestro buen Obispo don Vicente, por el apoyo y  autorización a este Rito que el Santo Padre parece que desea que se consolide  en la santa Iglesia; a la magnífica Schola gregoriana de Cantabria, y a mi admirado y entregado sacerdote  don Manuel Muela, y por supuesto a esa asociación, aunque para mí es aun desconocida, Una Voce Cantabria,  que ha sido el instrumento del que el Señor se ha valido para que gustemos en nuestra bella ciudad  de este anticipo de la Gloria. Que Dios les bendiga a todos, conserve a nuestro Ordinario y le preserve de todo peligro, para que unidos a Cristo, puedan dar frutos que Dios quiere.
 
Para terminar, sólo decir que yo, si Dios lo permite, volveré a la próxima Misa Tradicional, y trataré de llevar a toda mi familia y amigos, para que conozcan este precioso tesoro, y degusten un cachito del cielo en la tierra.

3 comentarios:

  1. Si a la Misa asiste tanta gente, sería más lógico tenerla todas las semanas.

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  2. Felicidades a los hermanos cántabros por su fervor a la Sagrada Liturgia y agradecimiento por su ejemplaridad. Se ha extendido la llama y ya no hay quien la pare. DEO GRATIAS.

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  3. Muchísimas felicidades a los Santanderinos. Habéis redescubierto un cachito de cielo.

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