Por su interés reproducimos, en parte, un artículo de don Francisco José Fernández de la Cigoña, publicado en su blog La cigüeña de la torre. A las recientes medidas tomadas por el Papa Benedicto XVI, que enumera, cabría añadir las cartas que ha remitido el pasado 14 de abril a los presidentes de las Conferencias Episcopales de Alemania y Austria, para que lleven a cabo la traducción correcta del "pro multis" en el misal:
La cigüeña de la torreEstamos viviendo unos días eclesiales de infarto. En los que se multiplican las noticias. Y afortunadamente todas buenas. Si a veces uno no encuentra tema para su artículo en esta ocasión sobran. Parece que se han decidido a coger el toro por los cuernos, por fin, y que, además, están haciendo horas extraordinarias. Bendito sea Dios.El Papa, desde la solemnidad de la homilía en la misa crismal, desautoriza a los curas austriacos contestatarios. El episcopado español hace lo mismo con el teólogo Torres Queiruga. A dos religiosos irlandeses, de lo peor, el Vaticano les impone silencio. A un obispo argentino, manifiestamente mejorable, se le acepta la renuncia a los 57 años. El obispo de Alcalá, monseñor Reig, objeto de un verdadero linchamiento por sostener la doctrina de la Iglesia está recibiendo múltiples adhesiones, fenómeno que hace tiempo se desconocía en España. Sólo sorprende en ellas el silencio de sus hermanos en el episcopado que afortunadamente para ellos, pues nadie comprendía su actitud, comienza a romperse. Ya se han colocado al lado del obispo injuriado por ser fiel a la Iglesia, hasta el momento, sus hermanos de Calahorra, Córdoba, Solsona y el emérito de Mondoñedo-Ferrol. Y es de esperar que lleguen más. Las peores monjas de los Estados Unidos han sido intervenidas por la Santa Sede. La liturgia del Camino Neocatecumenal, movimiento que está haciendo mucho bien a la Iglesia, está siendo analizada por la Congregación para la Doctrina de la Fe con lo que se terminarán, es de esperar, las polémicas sobre el mismo pues sabremos ya de una vez si sus misas son plenamente aceptables o si precisan de algunas correcciones que no dudo serán aceptadas por los kikos desde su indudable amor a la Iglesia y al Papa. Y, lo que me parece más importante de todo, el cisma, cuasi cisma, fractura, ruptura o como se le quiera llamar, lefebvrista, parece estar en vías de solución inminente. Dios quiera que a última hora no se frustren tantas esperanzas.Para un mes no está nada mal. Jamás me hubiera atrevido a soñar con tanta buena noticia. Bueno, a soñar sí, pero convencido de que no era más que un sueño. Un Papa extraordinario, a sus 85 años, está dando muestra de una vitalidad y una energía que era casi imposible imaginar. Tan débil de apariencia, tan frágil, tan humilde, tan sabio ha asido el timón de la nave de la Iglesia azotada por la tormenta con una fuerza que no es la propia de una naturaleza anciana. Con la fuerza del Espíritu Santo.
Y va a seguir. ¡Viva el Papa!
ResponderEliminar¿Y por qué el Santo Padre no le envía también a la Conferencia Episcopal Española otra carta para que traduzcan de una vez correctamente el "pro multis"?
ResponderEliminar¿No había un plazo para la CEE ya dado anteriormente?
EliminarSi no me equivoco, el plazo ya se ha cumplido y no la han cambiado.
Pero hablo por hablar. ¡Espero que alguien aclare!
Ya lo del pro multis se arreglo, sale en el nuevo misal ed española, lo que no se sabe es cuando se comenzará a utilizar la nueva edición.
EliminarPor cierto, Yo no veo tan claro que los neocatecumenales vayan a aceptar eventuales correciones a su liturgia de la Misa, habida cuenta de los antecedentes.
ResponderEliminarSe multiplican los testimonios de quienes afirman que, al menos muchas comunidades, no hicieron caso a la famosa carta del Cardenal Arinze, de quien Carmen Hernández llegó a decir que les "hizo la guerra" (¡vaya espíritu de obediencia traslucen estas palabras!).
Incluso he oído que, en la actualidad, para sortear la prohibición de comulgar sentados que establecen los estatutos aprobados por la Santa Sede, hay comunidades donde reciben la Sagrada Forma de pie (en la mano, por supuesto), pero, acto seguido, se sientan para sumirla.
¡Viva el Papa!
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