domingo, 6 de noviembre de 2011

Una persecución global

La caza al cristiano se hoy una triste realidad global, y se da tanto en países en los que la comunidad cristiana es minoritaria, como en países tradicionalmente católicos. Los casos se repiten a diario, algunos dramáticos como el joven adolescente asesinado en un colegio egipcio por portar una cruz, los numerosos cristianos recientemente asesidos en Nigeria, la madre de familia que permanece prisionera en Pakistan, etcétera. Otros casos son desconcertantes por acaecer, precisamente, en países católicos: como el acto sacrílego del destrozo de una imagen de la Santísima Virgen en Roma, el atentado en la curia de Florencia o la irrupción de vándalos en el seminario de la diócesis de San Bernardo, en Chile, que han amenazado e insultado a seminaristas y sacerdotes, y que son la antesala de males mayores.

Dos males, antagónicos entre sí, se han asociado circunstancialmente en la persecución de la Iglesia: el islamismo radical y el ateísmo militante de Occidente. La única forma de hacer frente a esta situación cuya gravedad se acrecienta cada día es la unión en el Evangelio, el ponernos todos en las manos de Dios, la unión en torno al Santo Padre. Pero esa unidad no se da, lamentablemente, en el interior de la Iglesia.

1 comentario:

  1. ... Pero tenemos unas armas infalibles: el santo rosario; la devoción a Jesús Sacramentado, a su Sgdo. Corazón y a su Stma. Madre; la lectura meditada de la Palabra de Dios, que nos enseña cómo actuar y nos recuerda que "las fuerzas del infierno no la derrotarán"; la fidelidad a la Santa Madre Iglesia: a su doctrina, al Magisterio... Recordemos que la Iglesia tiene experiencia de dos mil años de antigüedad sobre los ataques de Satanás a la nave de Pedro.

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