Eijk reconoció la labor de Burke como canonista, el tiempo que estuvo al frente de la Signatura Apostólica, elogió la forma paciente con la que el cardenal norteamericano ha soportado los ataques contra su persona, también dentro de la Iglesia, por proclamar las verdades de la fe católica. Y afirmó que Burke nunca perdió la alegría interior del sacerdocio.
El arzobispo de Utrech rechazó las etiquetas de "ultraconservador" o "tradicionalista" aplicadas al Cardenal Burke" por admirar "la belleza de la liturgia que la Iglesia ha celebrado durante casi un milenio y medio".
Infocatólica
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