Reformas inexplicables en la iglesia de San Francisco de Borja, de los RR. PP. Jesuítas, en la calle Serrano de Madrid.
Por decisión del párroco, se destruye el altar mayor original de piedra, el Sagrario se quita del centro del templo y se lleva a una nave lateral, se suprime el comulgatorio, y el altar "cara al pueblo" se baja de altura suprimiendo las gradas.
En conclusión: de nuevo en una iglesia asistimos a destrucciones que nunca mandó el Concilio Vaticano II; se falta el respeto a la concepción original del templo y a su arquitectura; se devalúa la liturgia con cambios que, a fin de cuentas, nada suman a la sacralidad del culto; y se despilfarra dinero en obras innecesarias.
Triste destrucción, al menos que quede constancia des desastre que no nos deja indiferentes.
ResponderEliminarÉstas son las sutiles tentaciones del maligno. Quitar al Señor de la casa de su lugar y propiciar la Comunión en la mano de cualquier manera.
ResponderEliminarVERGÜENZA
ResponderEliminarY toda esta destrucción para que, dentro de unos pocos años, los jesuitas tengan que abandonar el templo por falta de vocaciones. Ellos se irán y el destrozó permanecerá.
ResponderEliminarEn Cádiz, no hace ni veinte años, los jesuitas sustituyeron los confesionarios dieciochescos de su preciosa iglesia por otros modernos que son unos armatostes. Al poco tiempo dejaron Cádiz, pero el disparate histórico-artístico permanece.
En paralelo al " afrancesamiento de catedrales" que impone la jerarquía católica en España. Destruyendo artísticos y valiosos coros " a la española" por que no encajan con el imperialismo católico "a la afrancesa"
ResponderEliminarLo de la iglesia, no tiene nombre. Su silencio como los curas Vascos, complices y colaboradores con la umillacion a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y ahora con los cobardes 400 curas Catalanes, del manifiesto independentista, el Obispo de Solsona, los monjes de Monserrat, etc, yo no marco la X, en mi declaracion.
ResponderEliminarLos jesuitas en España, con enorme poder oculto, se dedican a imponer el supremacismo explotador de las oligarquías catalana y vasca. No hay más que leer la reciente carta del supuesto jefe de los jesuitas en España, mal apellidado España, a los jesuitas catalanes. Acompañada, eso sí, de la necesaria hipocresía. Donde no son hipócritas sino explícitamente supremacistas es en su organización, que puede verse en su web. Todas las regiones españolas son “plataformas locales” salvo la catalana y vasca que son “plataformas territoriales”, de mayor rango, supremacistas.
ResponderEliminarNo creo que sea peor de lo que había... ¿o es que no habían visto el desolado altar que tenía el templo? Lo mismo hasta lo mejoran! Aunque viendo el "retablo" que han plantado en la Capilla Santiago Apóstol de la FSSPX en Madrid, no nos queda más que el barroco original como arte vehícular del dogma
ResponderEliminarDais pena con vuestros comentarios
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