miércoles, 25 de enero de 2017

Se sacrifica por la Orden de Malta

Su Alteza Eminentísima el Príncipe y Gran Maestre de la Orden de Malta, ha convocado al Soberano Consejo de la Orden, el 28 de enero, para formalizar su renuncia al cargo. Según diversas fuentes, a petición del Papa Francisco.

Quienes conocemos personalmente a Frey Matthew Festing solo podemos dar testimonio de su talla de gran señor, de su bondad, y de la seriedad y rigor con la que ha desempeñado su cargo de 79º Gran Maestre de esta orden soberana con casi mil años de historia. Qué diferencia con la mezquindad de sus enemigos, que han faltado al voto de obediencia, han maquinado y llamado a todas las puertas, han usado influencias en la Curia, y han provocado una crisis sin precedentes en una institución que sólo merecía respeto.

El Gran Maestre representaba el deseo de potenciar el carácter religioso de la Orden. Sus detractores alemanes, una visión mucho más laicista. Lo paradójico es que la Santa Sede se haya puesto del lado de los sediciosos y mundanos. Y no de la ortodoxia del gobierno de la Orden.

La historia del cese del Gran Maestre de la Orden de Malta es la de una vergüenza eclesial. Una comisión papal desproporcionada e ilegal para estudiar un acto de gobierno interno que ni siquiera afecta a un religioso, que ignora al cardenal patrono de la Orden, y cuyos miembros están ligados entre sí por lazos de amistad y negocios con una de las partes. 

El cese de todo un gran maestre, con rango de jefe de Estado para más de un centenar de países, es prueba del autoritarismo y arrogancia que se han instalado en Roma, y que encuentra pocas similitudes entre los Papas del siglo XX. 

Tiempos extraños los que nos toca vivir. En los que obispos piadosos son expulsados violentamente de sus diócesis como Monseñor Livieres. En los que se intervienen institutos como los Franciscanos de la Inmaculada a base de acusaciones falsas que los propios tribunales civiles dictaminan que son calumnias. En los que se permite que se vilipendie e insulte a cardenales por mostrar su desacuerdo o reclamar que se fije la doctrina. Este pontificado parece encaminado a ser no solo el de una verborrea inacabable, también el de no pocas arbitrariedades.

Gracias, Frey Matthew Festing, por toda tu labor. Dios será el que te premie. Porque el mundo no conoce la gratitud. 

4 comentarios:

  1. Lamentable noticia, que deja nuestro ánimo turbado ante el siniestro horizonte que se avecina. Porque han nombrado un Delegado Pontificio para la Orden ignorando al legítimo Representante Pontificio Su Eminencia Reverendísima Raymond Leo Burke, cardenal Patrono, contra quien Tornielli está ya lanzando sus dardos envenenados.

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  2. Sorprende muchísimo este cambio de actitud del Gran Maestre, que ha pasado en pocos días de desconocer la comisión pontificia a renunciar a petición del Papa. Supongo que se tratará de un acuerdo para desbloquear la situación, que también habrá implicado cesiones por la otra parte.

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  3. A ver si a Su Santidad se le ocurre uno de estos días intervenir el gobierno andorrano, del que un obispo es jefe de estado. ¿A que no?

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    1. Francisco I el Tirano es capaz de lo que Ud. propone, y de mucho más. La mezcla de ignorancia y maldad es muy peligrosa: en Francisco vemos un ejemplo de ello.

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