miércoles, 3 de agosto de 2016

Vergüenza en Francia

Un sacerdote, del Instituto del Buen Pastor, arrastrado por el suelo y fieles heridos en el desalojo policial violento de la iglesia de Santa Rita, en pleno París. Tras vender la iglesia la asociación  que detentaba su propiedad, el comprador tiene intención de demolerla y construir un aparcamiento. Un grupo de fieles se opone a que la capital francesa pierda otro lugar de culto católico.



4 comentarios:

  1. Hola amigos. Es una noticia impactante. No obstante, recién me dicen que no es ni una iglesia, ni un sacerdote del I Buen Pastor

    http://www.lefigaro.fr/actualite-france/2015/03/15/01016-20150315ARTFIG00041-derniere-messe-ce-dimanche-a-l-eglise-sainte-rita.php

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  2. Como catolico tradicional francés, me parece necesario añadir algunas precisiones que cambian la naturalez de esta expulsion.
    La asociacion "catolica" de la que Santa Rita es la propiedad no es catolica ; se trata de una secta aparecida en el siglo XIX, de modo que Santa Rita de hecho nunca fue consagrada : no se trata de une iglesia autentica, no es un lugar de culto catolico. La ocupacion de la iglesia por el IBP era nada mas que un squat y una violacion de la propiedad privada de un lugar que nunca fue sagrado. Lo sabia bien el sacerdote que lidero la operacion.

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  3. Aún siendo ciertas estas puntualizaciones, la interrupción violenta de la celebración de la Santa Misa es un acto detestable y sacrílego. Un saludo a todos.

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  4. Es el Padre Jean-François Billot, del Instituto del Buen Pastor, ordenado en 2010. Ya había terminando su misa y estaba a medio desvestirse de los ornamentos cuando entró la policía, y salió al presbiterio donde se encontraba el Padre Guillaume de Tanouarn, del mismo Instituto, empezando su misa, que fue interrumpida al ofertorio. Pensaban sin duda estos dos sacerdotes que la celebración disuadiría a la policía de llevar a cabo el desalojo. Tal vez las cosas hubieran sido distintas si no hubiesen barricado la entrada con los bancos y traído un grupo de jóvenes defensores.

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