miércoles, 28 de noviembre de 2012

Una Misa salvada

La importancia de la Misa dominical celebrada por sacerdotes del Instituto de Cristo Rey en la iglesia de Jesús y María, en la Vía del Corso de Roma, no es algo que vayamos a descubrir aquí. Se trata de una celebración consolidada antes del motu proprio Summorum Pontificum, y muchos de los que hemos pasado por Roma hemos aprovechado esta ocasión gozosa de cumplir el precepto en una de las iglesias más céntricas, y por ello frecuentada por tantos peregrinos tradicionales.

Recientemente cundió la noticia de que la Misa iba a ser suprimida por los Padres Agustinos Descalzos, que tienen encomendada la iglesia, y sustituida por una Misa Novus Ordo, en lengua portuguesa, que ya se oficia en otras iglesias cercanas.

La decisión constituía, de alguna manera, también una afrenta al Cardenal titular de la iglesia de Jesús y María, Cardenal Bartolucci, un purpurado que únicamente ha oficiado la Misa tradicional durante toda su vida.

Finalmente la celebración ha sido salvada tras una reunión entre el Cardenal Vicario de Roma, don Agostino Vallini, el Obispo Auxiliar Monseñor Zuppi, los padres Agustinos, el sacerdote del Instituto de Cristo Rey encargado de la celebración y una representación de las fieles. A partir del 8 de diciembre la Misa pasará a oficiarse a las 9,30 de la mañana, todos los domingos. La feliz noticia ha sido dada a conocer en la fiesta de la Medalla Milagrosa, que sin duda ha atendido las plegarias de los fieles romanos.


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