Ayer fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, se cumplió el quinto aniversario del motu proprio Summorum Pontificum, de Su Santidad el Papa Benedicto XVI.
De los innumerables frutos en estos cinco años, dan constancia numerosas páginas como la nuestra, y aún debe dar muchos más beneficios espirituales ahora y para las generaciones venideras. A pesar de las dificultades, los sacerdotes y fieles afectos a la Liturgia tradicional, constituimos una pequeña gran familia que ve recompensados sus esfuerzos cada vez que un sacerdote sube al altar y rinde culto a Dios conforme a la forma secular del Rito Romano, compartida con tantos santos y mártires. Para nosotros es, con respeto a los restantes ritos y formas litúrgicas, la forma más perfecta de adorarle a nuestro alcance.
Gracias, Santo Padre, por estos cinco años en los cuales, esta forma litúrgica jamás derogada, se ha hecho más cercana y factible.
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