domingo, 29 de agosto de 2021

Inquietud por los institutos tradicionales

Se cierne una evidente amenaza sobre los institutos dedicados a la Liturgia en la forma extraordinaria tras el motu proprio Traditionis Custodes, un documento cuya justificación se ampara en una serie de argumentos subjetivos y secretos, como acusaciones generalizadas que no se corresponden a la realidad de las comunidades y de los templos en los que se celebra el Rito Romano tradicional; y que, por esa misma razón, es evidente que su auténtico objetivo es frenar su expansión y poner un dique que impida a los sacerdotes jóvenes el acceso a esta forma litúrgica venerable en palabras de San Juan Pablo II y Benedicto XVI.

En este clima, y con el desmantelamiento de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei y de las oficinas que, bajo la Congregación para la Doctrina de la Fe, garantizaban la vida pacífica de sus comunidades de fieles y de los institutos tradicionales, y su paso a depender de la Congregación de Religiosos, brazo ejecutor de algunas arbitrariedades recientes como la intervención a los Franciscanos de la Inmaculada, es de temer que en breve asistamos a un verdadero asalto a los institutos tradicionales con medidas muy restrictivas. Medidas que ya se perfilan en Traditionis Custodes y la carta del Santo Padre adjunta, pues si el pensamiento es que los nuevos sacerdotes no tengan acceso al tesoro litúrgico, espiritual y cultural milenario de la Iglesia, y que los fieles vayan volviendo a la liturgia reformada, la ordenación de nuevos presbíteros para el culto tradicional deja de tener sentido.

En una visión pesimista pero realista, estos institutos pueden ser puestos pronto entre la espada y la pared por unas disposiciones que nada tienen que ver con lo espiritual y lo pastoral, sino por una suerte de persecución ideológica perpetrada por una minoría que no representa a la mayoría del pueblo fiel (que admite la coexistencia pacífica de armas formas litúrgicas) y que ha logrado hacerse oír por el Santo Padre, hasta el punto de empañar el magisterio pontificio con un documento como Traditionis Custodes, cuya dureza y desproporción ha sobrecogido a numerosos obispos.

No es improbable que numerosos presbíteros tengan que elegir entre obedecer órdenes arbitrarias de un dicasterio hostil o asegurar la supervivencia de la Santa Misa con el Rito Romano Tradicional y la fidelidad a sus carismas, tras la destrucción de la paz litúrgica lograda por San Juan Pablo II y Benedicto XVI y el regreso a una situación similar a la ruptura con Monseñor Lefebvre.

Páginas como Rorate Caeli solicitan oraciones por los institutos tradicionales, otras como Secretum meum mihi informan de posibles reuniones entre dichos institutos (Fraternidad de San Pedro, Instituto de Cristo Rey, Instituto del Buen Pastor y otros) para analizar los posibles escenarios ante el abismo que Roma ha abierto ante ellos, "sospechosos" de traer numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas a la Iglesia, frente al desierto vocacional gestionado por esa Congregación de Religiosos por la que ahora se van a ver fiscalizados. 

Foto de la web Rorate Caeli.

3 comentarios:

  1. Ya no les interesa para desgastar a la FSSPX.

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  2. Troppo anziana acciocchè il Signore oda le mie preghiere ormai........... ironizziamo sul mercatino delle vocazioni in atto.

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  3. El superior de la FSSP ha desmentido el encuentro.

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