El Rito de Canonización, enriquecido en 2012 por el Papa Benedicto XVI con elementos de la tradición, queda ahora descartado. Se busca la brevedad y se corta abruptamente el canto de las Letanías de los Santos. Se elimina también la triple petición que formulaba el cardenal Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos al Santo Padre para pedirle que proceda a la canonización, y que había sido recuperada por Benedicto XVI. Durante estas peticiones el Santo Padre rezaba con insistencia para pedir la ayuda del Señor en la realización del importante acto.
Todo siempre un poquito más cutre. Auténtica obsesión por la banalización.
ResponderEliminarQue tristeza, hasta donde llegaremos?... Pobre Benedicto XVI, el dolor que debe sentir... Probablemente este sea el precio que debe pagar por su renuncia.
ResponderEliminar¿No es necesaria la intervención del Prefecto del Culto Divino en un cambio así? Lo pregunto porque ahora ese puesto está vacante.
ResponderEliminarLa protestantización de la liturgia llega a límites totalmente impensables.
ResponderEliminarEn este pontificado la liturgia, la música sacra, el arte, los hábitos y las sotanas estorban. Y si Hermenegildo si es necesario que exista un Prefecto del Culto Divino, solo acuérdate que se esta viviendo una dictadura parecida a la de los Castro Russ (totalitaria y coministoide)
ResponderEliminarSaludos cordiales
Si todo el mundo hubiese leído el libro de Antonio Caponetto sobre Judas Bergoglio no seria papa. Saludos Indec
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