domingo, 5 de octubre de 2014

Testimonio sobre el padre Stefano Manelli

Hace varios días pedimos que si alguna persona tenía un testimonio directo o cercano del Padre Stefano Manelli, fundador de los Franciscanos de la Inmaculada, y hoy injustamente perseguido por Roma, lo compartiera con nosotros. Hemos recibido este hermoso testimonio de una amable lectora, aunque en principio era reacia a que se publicara. Pero aquí está. Confío en que nuestros amigos ayudarán a divulgarlo.
Creo que me he estado reteniendo mucho para no escribir antes pero la providencia ha hecho que hoy 23 de septiembre en la fiesta de San Pio de Pietrelcina, uno de los protectores del instituto de los franciscanos de la Inmaculada hace que escriba en defensa de Padre Stefano Maria Manelli y de todo el instituto.
Yo he estado algo más de tres años más o menos en el instituto, tuve que dejar el noviciado por problemas de salud. Quien era mi superiora, mi padre espiritual y cómo no Padre Stefano hicieron todo lo posible por curarme me llevaron a muchos médicos y nunca me falto la atención que me hacia falta, nunca me faltó nada la providencia siempre hacia que la gente, especialmente médicos, se ofrecieran para visitas medicas y medicinas cuando se trataba de nosotros, la gente siempre se volcaba para ayudar.
Como franciscanos nos abandonábamos a la providencia y sin nada salíamos y veías como Dios nunca abandonaba siempre había una persona u otra que se volcaba para ayudar.
Qué decir de Padre Stefano para mi ha sido un gran ejemplo de sacerdote, de religioso, de persona. Es como un padre preocupándose de cada miembro del instituto siempre procurando que todo el mundo recibiera lo mejor.
Cuando estaba en el convento de visita, porque el visitaba todas las casas de formación, todos los conventos y todas las casas de países de misión, se preocupaba de que todo fuera bien y que todos estuviéramos bien.
En los desayunos él mismo nos preparaba un montón de pan con mermelada y a cada una nos iba dando esas gigantescas rebanadas de pan con mermelada, porque decía que había que estudiar y trabajar mucho y teníamos que estar fuertes, o si te veía muy delgada te daba doble ración para que estuvieras fuerte y en la comida también nos pelaba la fruta, empezaba con el frutero a pelar y pelar fruta y luego la repartía, la repartía a sus hijas y supongo que con los frailes haría lo mismo porque son sus hijos.
Siempre en los desayunos o en las comidas explicaba muchas cosas, desde cosas de Padre Pio cuando estaba con él, cosas que le decía, y también pues le preguntábamos cosas del estudio, estando a su lado siempre aprendías cosas.
NUNCA habló mal de ningún Papa siempre decía que había que rezar mucho por los Papas, fuera el que fuera que estuviera, incluso a morir por el Papa si era necesario. Siempre habló de defender mucho a la Iglesia, y que si el martirio era necesario había que estar preparado
A cada seminarista que había, él le explicaba las cosas con todo detalle, uno por uno, cuando se trataba de la misa, tanto fuera si era la misa nueva como la misa tridentina, el NUNCA NUNCA dijo en ningún momento nada sobre que solo se celebrara la misa tridentina; él decía que toda misa bien hecha, fuera nueva o no, había que hacerla con el mayor respeto, es muy respetuoso con la misa y quiere que todo se haga con el mayor respeto.
Creo yo que es el respeto que le debemos a Dios.
Así como lo de las hermanas acusadas de influir en los padres y frailes con respeto a la misa tridentina, es todo mentira. Siempre nos decían que no había que apegarse a nada; nos gustara más una misa u otra había que respetar las dos, que si veíamos algo mal hecho por algún sacerdote él le daría cuentas a Dios y que rezáramos para que rectificara.
Hay mucho apostolado por las parroquias, así que si tienen que asistir a misas nuevas pues lo hacen y basta, nos decían.
Padre Stefano quiso fundar el instituto para volver a las raíces franciscanas ya que empezó a ver tanto relajamiento con los franciscanos y ya nadie observaba estrictamente la regla; para eso fundo el instituto, para vivir una vida autentica de franciscana y como se vivía antes en los monasterios, pues antes en los monasterios se celebraba la misa tridentina, se rezaba el breviario en latín y se vivía un ambiente verdadero de monasterio de plena oración y recogimiento. A pesar de trabajar mucho en todos los monasterios siempre acompaña la oración y el recogimiento.
No se qué tiene todo eso de malo.
Solo digo que desde que empezó este culebrón solo veo mentiras por todos los lados y mucha envidia. Esto es una persecución contra ellos.
No se por que tienen que ir cerrándoles los conventos a los pobres frailes, allá donde están ellos siempre está lleno de gente, la gente los quiere y les gusta rezar con ellos.
Veo que se están pasando y mucho con todos ellos, molestan porque tienen vocaciones a puñados y la gente los quieren y eso de mandar a los Padres más cercanos al Padre Stefano cada uno a una punta del mundo, pues es porque molesta su doctrina, molesta que se hable de las cosas de Dios como se debe.
Lagrimas eché y echo cada vez que pienso que tuve que dejar aquello y volver a mi país pero siempre conté con el buen apoyo de ellos.
Agradezco a Dios de haber convivido con ellos, todo lo que he aprendido y como crecí espiritualmente entre ellos, creo que nunca volveré a encontrar gente así.
Podría escribir muchas más cosas de Padre Stefano y del instituto y todo bueno y sin ninguna queja, se que todo esto es una prueba para ellos que cosas buenas les traerá porque siempre obedecerán, conozco al Padre y se que estará como Padre Pio apartado y encerrado, calumniado por muchos.
El reza muchos rosarios diarios y se encomienda cada día a la Inmaculada; es una persona de oración y de abandono a la voluntad de Dios y si ahora le ha puesto esta prueba es por algo, yo se que es una persona santa y daría la cara por el y el instituto donde fuera.
La santidad tiene un precio, la santidad se obtiene con sacrificios, humillaciones, desprecios, con todo eso que a mucha gente de hoy no acepta, no todo lo que viene de Dios son rosas, sino que hay tremendas espinas que duelen.

7 comentarios:

  1. Lo que tenían que hacer es unirse a la Hermandad Sacerdotal San Pio X.

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    1. En la Iglesia, la obediencia es el camino correcto. Así hizo el Padre Pío y tantos otros cuya vida es la santidad.

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  2. Están haciendo con este Instituto lo mismo que le hicieron a San Pío de Pietralcina. Sus perseguidores piensan que van a acabar con ellos. Cuan equivocados. Su espíritu es Martirial, el de San Francisco, el de San Pío y el de San Maximiliano Kolbe. De toda oscuridad, persecución e infamia, saldrá luz. Saldrán reforzados y no lo dudéis: veremos al Padre Stefano canonizado.

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  3. Bonito testimonio que confirma el buen hacer de este modélico religioso. Dios quiera que aparezcan más testimonios y se mantenga vivo su recuerdo.

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  4. Este es el testimonio desde dentro, pero
    ¿Sabremos algún día los gravísimos cargos que pesan sobre la Orden?
    O los reservará en su real pecho el papa Francisco como hizo Carlos III cuando expulsó a la Compañía de Jesús.

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  5. No deben unirse a la Hermandad San Pio X, esta Hermandad esta llena de polémicas, divisiones y de sedevacantistas que no paran de pelear. Además Monseñor Fellay , su superior, no sabe a donde va, nunca habla claro y se contradice cada tres meses.
    Que los franciscanos sigan su camino Dios los ha bendecido, Dios los protegerá.

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  6. Lo dice claro: "La santidad tiene un precio". En el caso del P. Manelli ese "precio" tiene nombre. Es fácil

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