domingo, 21 de septiembre de 2014

Nueva agresión a los Franciscanos de la Inmaculada

El Comisario político-apostólico impuesto a los Franciscanos de la Inmaculada prosigue su tarea de desmantelamiento de este ejemplar instituto con el cierre de varios de sus conventos. Ahora le ha tocado el turno al convento de San Pascual, en Benevento, Italia, cuyos religiosos atendían la iglesia de San Pascual, en la fotografía. 

Esta nueva acción muestra, una vez más, la crueldad de los dirigentes de la Congregación para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. Ya que es, precisamente en la ciudad de Benevento, donde el 22 de junio de 1990, en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el Arzobispo Carlo Minchiatti firmó, por decisión del Santo Padre, el decreto de fundación del instituto de Derecho diocesano de los Franciscanos de la Inmaculada.

Los fieles de Benevento se ven privados de la celebración de la Santa Misa tradicional, de la adoración eucarística cotidiana y de la propia presencia de los hermanos Franciscanos de la Inmaculada.

La intervención de Roma en los Franciscanos de la Inmaculada, mancha lamentablemente el pontificado del Papa Francisco. Las medidas sobre este instituto son injustificadas, desproporcionadas, crueles y destructivas. 

El fundador, un anciano de vida intachable e intenso apostolado, se ha visto degradado, vejado y privado de derechos. Mientras tanto todo tipo de herejías, heterodoxias doctrinales, ofensas a la moral, a la liturgia, a las reglas son toleradas en numerosas órdenes religiosas, sin que se adopte medida disciplinar alguna.

El escándalo de los Franciscanos de la Inmaculada no solo afecta a este instituto y a los fieles atendidos por estos frailes, monjas y religiosas; tampoco afecta únicamente al "mundo tradicional". Es una ponzoña para todo el cuerpo eclesial porque evidencia que en el corazón mismo de la Iglesia reinan comportamientos despóticos, hipócritas y arbitrarios.

Fuente: Messa in Latino.

10 comentarios:

  1. En verdad no lo puedo creer es una pesadilla lo que le esta sucediendo no solo a los Franciscanos de la Inmaculada si no a la Iglesia en General. No es posible se voto por un Cardenal en cuya Arquidiocesis son escasas las vocaciones, la vida pastoral nula. Por el amor de Dios en que pensaron.

    Saludos Cordiales

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  2. No hay otra solución que recurrir a la Hermandad Sacerdotal San Pio X.

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  3. Esto es bochornoso y encima va contra el Derecho Canónico. Os aseguro que de este Martirio saldrán muy beneficiados estos buenos frailes y los culpables tendrán que rendir cuentas a Dios.

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  4. Dan ganas de hacer comentarios aumentando los adjetivos a todo lo aquí expresado; pero nada que añadir, el blogger lo ha bordado:"Las medidas sobre este instituto son injustificadas, desproporcionadas, crueles y destructivas". "En el corazón mismo de la Iglesia reinan comportamientos despóticos, hipócritas y arbitrarios." El pontificado de Francisco I, digo yo, será recordado por esta salvajada que conculca el derecho Canónico, el Civil, el Penal y la Constitución de cualquier nación democrática. Nada de lo que haga o diga este papa será creíble mientras subsista esta barbaridad.

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  5. No entiendo que vayan detrás de este tipo de Congregaciones y, en cambio, hagan el "ojo vista" para otras que se están extinguiendo por su falta o traición al carisma. De verdad.

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  6. ¿Por qué no recurren a los tribunales para defenderse? (eclesiásticos, claro).

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  7. ¿No lo entiende, Anónimo de las 13:44? Pues yo sí. La última generación, por edad, del Vaticano II son los que están ahora al frente de la nave y no quieren admitir el profundísimo error que ha supuesto para la Iglesia la aplicación arbitraria y desordenada de aquel concilio pastoral. O lo que es lo mismo, el desmadre doctrinal, pastoral y litúrgico en el que estamos inmersos, en el cualquiera es bueno para interpretar lo que le parezca y como le parezca y hacer lo que le dé la gana en un altar o fuera de él. El resultado del caos son seminarios vacíos, iglesias con un puñadito de fieles, apostasía silenciosa y generalizada, órdenes religiosas gloriosas que se van camino de la nada y reducción del prestigio y presencia de la Iglesia en la sociedad hasta alcanzar el ridículo. Ante todo esto, en vez de retirarse al desierto a orar y pedir perdón a Dios hasta el último de sus días, se empecinan con soberbia en todo los errores y quieren morir matando. Saben que son cadáveres históricos y que el futuro no está con ellos, pero en vez de dedicarse a la vida eremítica quieren morir matando lo nuevo y mejor que surge. Y es que centenares de jóvenes de ambos sexos entregados a una vocación como la de los FI los deja en evidencia, demasiada evidencia para ser tolerada.

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    1. Rafael: comparto plenamente. Muchos pastores de las más altas jerarquías están infatuados de soberbia y vanidad. Van a terminar muy mal...

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  8. Lo que temo no es tanto lo que pueda ocurrir en el pontificado actual..., si no el pontificado que nos puede venir después.

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  9. Episodio triste, error y abuso en la persecución: porque amamos al Papa y a la Iglesia no podemos callar cómodamente como otros mentirosos que no respetan y lo jalean por odio a Quien representa.

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