lunes, 29 de septiembre de 2014

Monseñor Rogelio Livieres, ejemplar obispo

El affaire "Ciudad del Este" va a colear durante mucho tiempo y pensamos que ese tiempo va a engrandecer la figura de su ya ex-obispo, y pondrá en evidencia a quienes durante años han intrigado e instigado para lograr su cese.

Un amable lector nos enlaza dos artículos sobre la salida de Monseñor Livieres de Ciudad del Este; el propio Vaticano reconoce que los motivos de expulsión de su diócesis no tienen nada que ver temas sexuales sino que son, como afirmó el propio Livieres, ideológicos. La envidia del mayoritariamente mediocre y estéril episcopado paraguayo y su negativa a reconocer que una opción tradicional es necesaria ahora en la Iglesia. Los artículos están en lengua inglesa:



En la inusitada rapidez en la que se sucedieron los acontecimientos, publicamos la carta de Monseñor Livieres dirigida al Cardenal Ouellet, sin dar nuestra opinión. Ahora la damos: la carta revela la talla del ex-Obispo de Ciudad del Este. Y, al contrario de lo que opina el padre Lombardi, no es nada violenta. Explica la situación y su punto de vista con claridad meridiana, acata la decisión del Papa con la obediencia debida, obediencia que pide a los fieles de su diócesis. Pero a la vez es fiel a su propia conciencia. Es la carta de un apóstol, y no de un funcionario del episcopado. 


A Monseñor Livieres podrán echar de su diócesis después de haber multiplicado las vocaciones religiosas, creado un seminario floreciente, haber instaurado ocho capillas de adoración perpetua, haberse ocupado de los desfavorecidos, etc. Pero desde luego no van a callarlo. A menos que se cometa otra injusticia prohibiéndole hablar.

Y aquí tienen la web del ex-Obispo de Ciudad del Este:


Monseñor Livieres Plano muestra en ella su altura moral, llamando a los fieles de Ciudad del Este a la paz, obediencia y conciliación, y les invita a estar muy cerca del Obispo:


Con gran cariño se dirige a los numerosos seminaristas de su diócesis, invitándoles también a unirse al futuro obispo y a estudiar "pegados al Magisterio y a la Tradición para ser buenos y santos sacerdotes:


La masivamente leída web La cigüeña de la torre publica la siguiente fotografía, tomada a su vez de Página Católica. Ahí tienen una explicación convincente de la aversión al Obispo Livieres por parte de sus "hermanos" en el episcopado paraguayo:

12 comentarios:

  1. Estimados, creo que la clave de lo sucedido hay que buscarla en este artículo del año 2011:
    http://fratresinunum.com/2012/01/02/a-mafia-argentina-do-cardeal-bergoglio/

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  2. Aparte de todo, el Obispo Livieres debería haber sido más prudente y no haber encumbrado tanto al P. Urrigoity, así como no debería haber entrado al trapo de las provocaciones del Arzobispo Cuquejo.

    Con semejantes imprudencias, Livieres dio munición a sus enemigos.

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    1. Completamente de acuerdo. Aunque tuviera razón, las formas le perdieron: entrar al trapo con el Arzobispo de Asunción y llamarle públicamente invertido generó una situación insostenible. Y eso es lo que sus enemigos (los de la Iglesia) querían y necesitaban para hacerle caer. Y en cuanto a las cartas dirigidas a los seminaristas y fieles, son impecables; no así, en mi opinión, la del Cardenal Ouellet - cómo se le ocurre decir "el Papa tendrá que dar cuentas a Dios"? De verdad creen ustedes que esa afirmación es propia de un hijo fiel de la Iglesia, aunque sea con razón? Decía san Josemaría en los años locos postconciliares: "Antes me muerdo la lengua y la escupo que criticar al Papa", y no sería porque no tuviera motivos (cito a san Josemaría porque D. Rogelio es numerario del Opus Dei)

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    2. Todos daremos cuenta a Dios de nuestros actos, también el Papa. No lo veo para tanto. En la Iglesia nos hemos acostumbrados a la hipocresía; Monseñor Livieres habla claro, desde su conciencia. De Benedicto XVI se burlaban sin caridad obispos y cardenales y lo aburrieron con sus intrigas. Vamos a dejarnos ya de remilgos.

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    3. En todo este asunto lo que más me ha impactado es ver a algunos del Opus Dei pateando a su cofrade Livieres.

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  3. Me cuesta decirlo pero desafortunadamente tienes razón Hermenegildo debió cuidarse mas las espaldas. La envidia de los Obispos de Paraguay los tenia con los dientes mas afilados que los de un tiburon . Y en Roma no iba a encontrar ninguna tipo de apoyo, al contrario ahí se quiere que la Iglesia se parezca a las mediocres y escuetas diosesis de Argentina y Paraguay.

    Esto es una pesadilla.

    Saludos

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  4. Lo que le han hecho a este Santo Obispo es una infamia histórica, que clama al Cielo. Sin duda, que los responsables de esto tendrán que dar cuentas a Dios por este pecado, como todo hijo de vecino.

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  5. Tanto este articulo como numerosos comentarios al mismo se han referido a la mediocridad del episcopado paraguayo. Ojalá que sólo se tratara de ello, porque el problema más graves es la contaminación en un relevante -¿mayoritario?- porcentaje de los obispos de dicho país con los errores de la teología de la liberación.

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  6. No son mediocres los obispos paraguayos, son ruinosos, peligrosos y pastoralmente estériles. La última foto que nos muestra el blogger explica todo, absolutamente todo lo que ha pasado. Los ruines no pueden soportar al que lo hace bien. Si monseñor Livieres habló de más o de menos es minucia. La última foto no han podido soportarla ni en Paraguay ni en Roma. Es así de penoso. Así estamos. Los demoledores triunfan, los constructores son marginados. ¡Señor, Señor!

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  7. En la historia de la iglesia no hay santos que no hayan sufrido. Miremos la historia de san Juan Bosco y los problemas que tuvo para fundar su Pia Sociedad. El P. Kentenich fundador del movimiento de Schoenstatt, quien estuvo muchos años exiliado en EE.UU por orden de la Santa Sede el cual posteriormente fue rehabilitado.

    Don Rogelio Livieres es un ejemplo de ello, quizas cometio imprudencias pero tambien es una persona y me parece que cualquiera se enojaria cuando un hermano tuyo en el sacerdocio te ataca publicamente. Finalmente pagaron justos por pecadores. Esperemos que el clero y los fieles de Ciudad del Este se hagan mas santos despues de estos hechos desafortunados.

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  8. En el Nº 33 del documento "La teología Hoy" de la CTI del Vaticano dice: "El sujeto de la fe es el pueblo de Dios en su conjunto, que por la fuerza del Espíritu afirma la Palabra de Dios. Por ello, el Concilio declara que el pueblo de Dios entero participa en el ministerio profético de Jesús[45], y que, ungido por el Espíritu Santo (cf. 1 Jn 2,20.27), «no puede equivocarse en la fe»[46]. Los pastores que guían al pueblo de Dios, sirviendo a su fe, son ellos mismos, en primer lugar, miembros de la comunidad de creyentes. Por ello, Lumen gentium habla primero del pueblo de Dios y del sensus fidei que tiene[47], y luego de los obispos[48] quienes, a través de la sucesión apostólica en el episcopado y de la recepción de su carisma veritatis certum(carisma seguro de verdad) propio y específico[49], conforman, como colegio en comunión jerárquica con su cabeza, el obispo de Roma y sucesor de san Pedro en la sede apostólica [50], el Magisterio de la Iglesia. Asimismo, Dei Verbum enseña que la Palabra de Dios ha sido «confiada a la Iglesia» y se refiere a «todo el pueblo santo» adhiriéndose a ella antes de especificar que el Papa y los obispos tienen la tarea de interpretar auténticamente la Palabra de Dios[51]. Este mandato es esencial para la teología católica. Como dijo San Agustín: «Vobis sum episcopus, vobiscum sum christianus»[52].(Para vosotros soy obispo, con vosotros soy cristiano). Me pregunto , ¿dónde está el pueblo de la Iglesia que no adhiere al trabajo realizado por Monseñor Livieres e interpretado por el Obispo de Roma?. Yo veo todo lo contrario: el pueblo católico de Ciudad del Este no ha sido interpretado por el Obispo de Roma. Es una pena. Gustavo Maroto

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  9. Asi, mismo. no hay santo que no haya sufrido la "contradicción de los buenos" como decía San Josemaría Escribá de Balaquer. Fuerza Monseñor Livieres, hay muchos cristianos coherentes en Paraguay que están con Ud. Dios sabe porque paso todo esto, y los frutos llegarán pronto, encomendamos para que lo sepa sobrellevar, querido Monseñor. Recemos por sus detractores, que pronto se darán cuenta de lo que hicieron. Somos varios los que pasamos por momentos difíciles como Ud, y le entendemos.
    Cariños

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