El pasado 30 de marzo, IV Domingo de Cuaresma, se reanudaron las Misas con la forma extraordinaria en la ciudad de Valencia, España. En el templo designado por el Señor Arzobispo de Valencia: la Parroquia de la Santísima Cruz de Valencia (iglesia del Carmen). Celebra el reverendo don Eulalio Fiestas.
Las normas liturgicas prohiban entrar en el santuario sin las debidas vestiduras. Y si, en ausencia de monaguillos, se acerca un laico, tiene que revestir de estas. Pero, por supuesto, los abusos son solo con la forma ordinaria !!!!!!
ResponderEliminarSe equivoca. En las misas tradicionales está permitido que un laico ayude en traje de calle, si se trata de misas rezadas. De toda la vida. No así en las misas solemnes. Un saludo.
ResponderEliminarPor supuesto que hoy los abusos, las pasadas, los excesos, los shows, las originalidades, las exhibiciones, el arrasamiento de lo prescrito, el vedetismo clerical, el protagonismo enfermizo del celebrante, no es que sean solo de la forma ordinaria, si no que son su uso y costumbre habitual. Vamos, la norma.
ResponderEliminarEn el siguiente enlace puede verse al beato Francisco Faà di Bruno vestido de uniforme militar sirviendo la misa de S. Juan Bosco:
ResponderEliminarhttp://evangeliodeldia.org/zoom_img.php?frame=48349&language=SP&img=&sz=full
No es nada novedoso servir la misa rezada sin revestir.
Enhorabuena a los hermanos valencianos por la reanudación de las celebraciones.
Se trataba de una Misa rezada y, por consiguiente, no hay impedimento para que un seglar asista al sacerdote vestido dignamente. A veces es muy fácil criticar detalles, dejándose llevar por un rubricismo que oculta el verdadero sentido de la liturgia. Los que conocemos la situación de la Misa tradicional en Valencia, sabemos lo que ha costado sacar adelante su celebración cada dos semanas y los esfuerzos que han hecho tanto D. Eulalio como los laicos que participan para que ella tenga toda la dignidad que merece dentro de los medios posibles. Sólo queda rezar para que la celebración continúe después de su restablecimiento y para que más gente pueda acceder a este tesoro de la Iglesia.
ResponderEliminarReafirmo lo anteriormente comentado por “Anónimo”, en todos los puntos y añado que; fue el primer domingo tras el cese de las Misas en el Real Monasterio de la Santísima Trinidad, -actualmente cerrado como tantos otros en España tristemente-, añádase que la comunicación de la nueva etapa fue comunicada en ultima hora y gracias a este blog y el del Señor De la Cigoña, a los que tanto tenemos que agradecer los Católicos. En segundo lugar fue una mañana muy lluviosa, fría y desapacible para estas fechas en Valencia, lo cual y pese ser una zona céntrica, es de difícil aparcamiento de los vehículos, así como de cierta limitación de transporte público –no excesiva- además coincidió con el cambio de horario. Todo ello hizo que la asistencia fuera pequeña y en lo referente a los medios, el “monaguillo”, nuestro apreciado compañero en la Fe, Don. José, que en las Misas Cantadas, lleva junto a otros feligreses habituales, con su espléndida voz los Cantos Litúrgicos, siendo como bien se indica La Santa Misa rezada y se tenía que aportar parte de los ornamentos siendo la primera ocasión en que se celebra en esta preciosa Capilla de la Parroquia de la Santísima Cruz de Valencia (iglesia del Carmen), donde el Reverendo Padre Don José tan amablemente nos acogió, con la anuencia y beneplácito de nuestro Arzobispo Monseñor Don. Carlos Osoro Sierra al que tanto tenemos que agradecer y que se nos anunció su celebración todos los domingos a las 11 horas.
ResponderEliminarLo más importante no es en cuanto a los pequeños detalles después de tanto tiempo sin la posibilidad de celebrar las Misas con la forma extraordinaria en la ciudad de Valencia, es –como apuntaba el Reverendo Padre Don Eulalio –al finalizar su siempre reconfortante, fraternizadora y evangelizadora homilía- que está en nuestras manos el potenciar, extender y sobre todo servir como medio de ayudar a los hermanos en la Fe, que por distintas causas abandonaron la practica regular, así como dotar del servicio -que tan utilizado fue siempre en la anterior etapa- a los hermanos en la Fe de distintas nacionalidades y del resto de España que visitan en gran número Valencia. Que no sea solo un acto de custodiar o reservar Una Joya y Patrimonio de la Liturgia de Nuestra Santa Madre Iglesia, es nuestra obligación el hacerla instrumento al servicio del Señor, como otro lazo de Fraternidad y hermandad Cristiana que sirva para retornar a la práctica de la Fe a quienes la abandonaron o se rindieron en la flaqueza, que nuestro Arzobispo –creo que quiso transmitirnos Don Eulalio- espera de nosotros y por ello debemos hacer profesión y divulgación de nuestra por esta forma y con hermandad con todas las demás .
José Vicente Martínez