A partir del próximo domingo, Quinto de Domingo de Cuaresma, en muchas iglesias se seguirá la tradicional costumbre de cubrir con un paño las imágenes (evidentemente salvo aquellas que han de procesionarse) y de manera especial los crucifijos. La velación se lleva a cabo habitualmente la víspera.
Los crucifijos estarán velados hasta la celebración de la Pasión del Señor, el Viernes Santo. El resto de imágenes, en su caso, hasta el comienzo de la Vigilia Pascual del Sábado Santo.
En la Misa tradicional se lee el Evangelio de San Juan, número 8: los hostiles intentan lapidar a Cristo Jesús, pero el Señor se escondió y salió del templo. El Crucifijo se cubre con tela morada para indicar que la divinidad de Jesús se mantuvo oculta durante su sagrada Pasión y muerte.
En 1998, la Sagrada Congregación para el Culto Divino, emitió Paschale Solemnitatis, que regula las celebraciones de Pascua. Según este documento "es apropiado que todas las cruces en el templo sean cubiertas con un velo rojo o morado, a menos que ya hayan sido veladas el sábado antes del Quinto Domingo".
Esto deja libertad a cada parroquia o comunidad de velar los crucifijos, y otras imágenes, independientemente de que se celebre en ellas el Vetus o Novus Ordo. El documento recomienda fuertemente esta tradición.
Aunque el velado de crucifijos es, como hemos visto, opcional, no tiene sentido litúrgico la ceremonia de develación del crucifijo el Viernes Santo, si previamente el crucifijo no ha estado tapado.
Estas interesantes explicaciones las he extraído de la página de la Parroquia de los Santos Pedro y Pablo en Wilmington.
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| Año 2013: el Papa y el Papa Emérito rezan en una capilla con el crucifijo velado. |
Hoy, además, veo en el crucifijo velado el estupor por el "pregón de la juventud cofrade" (Málaga) en la que el "pregonero" ha atacado la moral católica haciendo una airada defensa del "matrimonio homosexual", amparado y aplaudido por el medio social "elcabildo.org", sin que el Sr. Obispo o el delegado episcopal hayan tomado cartas en el asunto, contribuyendo así a crear confusión entre los cofrades verdaderamente católicos. Pues próximamente tendremos que escuchar el "pregón de las Hermandades de Gloria", pronunciado por un militante de cierto partido pro abortista, que en un diario de la localidad ha hablado ya abiertamente de su posición frente a la lacra del aborto. ¡Cosas veredes! Sí, hoy más que nunca debemos velar los crucifijos para que caigamos en la cuenta del daño que hacen los que callan y miran hacia otro lado.
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