El pasado 25 de enero ha sido beatificada María Cristina de Saboya, Reina de las Dos Sicilias. Hija del rey Victor Manuel I de Cerdeña y de la archiduquesa María Teresa de Austria-Este, y bisnieta del rey Felipe V de España, desde niña tuvo vocación para la vida religiosa. Pero, obedeciendo las imposiciones dinásticas, contrajo matrimonio con el rey de las Dos Sicilias, Fernando II de Borbón. En sus tres años como reina se dedicó intensamente a la oración y a las obras de caridad.
Significativamente, Dios la acogió en su seno, con tan solo 23 años de edad, al dar a luz al hijo varón heredero, el futuro Francisco II, último rey de las Dos Sicilias. Ya en vida, la reina era considerada como santa.
La causa de beatificación fue iniciada bajo el pontificado de Pío IX. El 3 de mayo de 2013, el Papa Francisco firmó el decreto de beatificación, impresionado por la piedad y caridad de la reina. La ceremonia ha tenido lugar en la Basílica de Santa Clara de Nápoles, donde descansa su cuerpo incorrupto, en presencia de miembros de las familias de Saboya y de Borbón.
La basílica, durante la ceremonia de beatificación |
La nueva beata ha propiciado la reconciliación de las dos ramas dinásticas de las Dos Sicilias. Con abrigo claro, la princesa Ana de Francia, esposa de don Carlos, Infante de España |
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