Aunque durante su pontificado Benedicto XVI no ofició, al menos públicamente, con el Misal del Beato Juan XXIII, hay que agradecerle un documento fundamental como es el motu proprio Summorum Pontificum, que recoge de forma explícita que la Misa tradicional nunca ha sido abrogada y amplia los derechos de fieles y sacerdotes. Cuando, debido a las presiones, se temía que el Santo Padre publicara una instrucción posterior limitando estos derechos, promulgó Universae Ecclesiae, documento que aún refuerza más este derecho a la liturgia en la Forma Extraordinaria.
Aunque no lo ha hecho siendo Papa, sí que celebró la Santa Misa tradicional siendo cardenal, en diversas ocasiones.
Gracias Accion Liturgica por estos hermosos recuerdos.
ResponderEliminarDios lo bendiga. Su pensamiento, sus acciones, perdurarán en los católicos.
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