Misa de la Natividad del Señor, Novus Ordo, en la Catedral de Frederico Westphalen, en Brasil. Preside el Obispo de la Diócesis Monseñor don Antonio Carlos Rossi Keller.
Altar dispuesto conforme a la catequesis litúrgica del Santo Padre. Recepción solemne del Obispo en la puerta de su catedral conforme al ritual. Canto de las calendas. Uso de ornamentos pontificales completos (casulla romana, dalmática, manípulo, quirotecas, etc)
Salvem a Liturgia
Don Antonio Carlos, un obispo bueno, simpático y cercano.
ResponderEliminarRecemos , para que sea trasladado pronto a otra diócesis mayor , por ejemplo Portoalegre , la # 7 ; la actual es de las más pequeñas , y , por tanto de las últimas en orden de población.
ResponderEliminarFelicito a este obispo y me parece todo un acierto que celebre el Novus Ordo de esa manera tan pulcra, ya quisiera yo una Misa Pontifical así en España. Dicho esto, sin ánimo de ser tiquismiquis,lanzo esta pregunta sobre la cuarta imagen: ¿Está establecido en algún lugar que el celebrante bendiga con el Evangeliario?. En varias ocasiones he visto al Papa también hacerlo.
ResponderEliminarLa bendición con el Evangeliario está prescrita por el Ceremonial de los Obispos.
ResponderEliminar+ ave María
ResponderEliminarEn mi humilde opinión, éstas mezclas me parecen deplorables, pues se mezclan dos ritos que son radicalmente (de raíz) opuestos. Claro está que las dudas de fe que podemos tener algunos en cuanto a la manera de Consagrar en el Novus Ordo quedan muy mermadas por el respeto y reverencia a la liturgia, que parece mostrar las fotografías, por parte de D. Antonio C. Rossi. Mis felicitaciones, al menos por el decoro y reverencia que parece mostrar, y en espera de la restauración universal de la Sta. Misa de Siempre.
In Christo.
Servus Mariae.
"Dos ritos que son radicalmente (de raíz) opuestos". En esta interpretación de la reforma litúrgica se condensan todos los errores del tiempo post-VII. Tradicionalistas y profanadores de la liturgia se equivocan precisamente en lo mismo: en pensar que un cambio de misal (como los que ya han tenido lugar varias veces en la historia de la Iglesia tras Trento por ejemplo) transformó el rito romano en otra cosa.
EliminarCelebrar el misal de 1970 de acuerdo con las costumbres litúrgicas tradicionales del rito romano (aunque estas ya no aparezcan consignadas en las rúbricas) es el camino para su digna celebración, junto con el uso habitual del misal de 1962 que el Santo Padre permite y es más, alienta.
In Christo et Maria.
Pues Servus, lo deja Vd. muy claro. Si de verdad ve en el modo ordinario y en el extraordinario nos ritos radicalmente opuestos, y si por cuatro fotografías que únicamente muestran detalles externos a Vd. le merman las dudas de fe sobre la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía celebrada por el rito ordinario, está Vd. más cerca de Fellay (el que ha dicho la burrada de la "misa maligna" del papa) que del sucesor de Pedro. Vd. mismo.
ResponderEliminarLa ingratitud y el desprecio hacia la benevolencia que ha demostrado Benedicto XVI con esta gente hacen que no se merezcan que el Santo Padre levantara la excomunión, aunque problablemente con este tipo de declaraciones y las actitudes que se dejan traslucir, es fácil que nuevamente haya incurrido en excomunión latae sententiae. Con los cismáticos y sedevacantistas, ya invoquen a San Pedro o se declaren siervos de la santísima Virgen, no cabe más diálogo que pedirles que acepten con la obediencia debida de la fe la integridad del depósito de la fe de la iglesia, desde el primer concilio hasta el último. O admiten, aceptan y valoran el Concilio Vaticano II o que sigan en la calle. Y fuera hace frío. Tanta benignidad por parte del Papa, solo ha servido para ensoberbecerles.
Por cierto, muy bonitas las fotos, porque esto no es mezclar ritos: lo llaman hermenéutica de la continuidad.
La excomunión responde a unas causas tasadas y, desde luego, criticar o rechazar algunas esnseñanzas novedosas y, por tanto, no dogmáticas, del Concilio Vaticano II no es motivo de excomunión.
EliminarVale Hermengildo. De hecho el canon 1364 lo deja claro: El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae. Sostener como sostiene Fellay que lo que el llama "nueva Misa" es "maligna" (en español significa propenso a pensar u obrar mal; de naturaleza perniciosa). Repito, si decir que la santa misa, tal y como se celebra en el modo ordinario es maligna, esto es de naturaleza perniciosa, no es herejía, pues no sé, no sé.
EliminarEfectivamente el CVII puede ser criticado e incluso algunas de sus enseñanzas no dogmáticas pueden no ser compartidas. Si Fellay no considera que Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo, no creo que eso sea excesivamente grave. Pero hablar de la misa celebrada tras la reforma conciliar como maligna es de una extraordinaria gravedad. Ojo: no critica ciertas innovaciones o excesos que se hayan podido incurrir a su juicio o una mala interpretación. No directamente la misa actual es maligna (perniciosa, que causa mal) Eso es herético aquí y en Pequín.
Pero vamos, doctores tiene la Iglesia.
Anónimo: puede que la expresión utilizada por el Obispo Fellay para referirse a la Misa de Pablo VI haya sido demasiado gruesa. Sin embargo, en el siguiente archivo tiene Vd. sutilmente explicada la postura de la FSSPX sobre la Misa nueva. No todo lo que dicen es disparatado:
ResponderEliminarhttp://www.statveritas.com.ar/Libros/Misa_de_Siempre_o_Misa_de_Pablo_VI(R.P.Jean-Michel_Gomis).pdf
No, no gruesa no, se limita a decir con otras palabras lo dicho ya en su día por Lefebvre, que tampoco se ahorraba calificativos para referirse a la celebración de la misa en el modo ordinario.
EliminarCoincido con Vd. con que NO TODO lo que dice el artículo de Gomis es disparatado, pero confieso que he visto muchos y muy gordos disparates, junto con falsificaciones históricas y burdos cotilleos con abundante rumorología, poco edificante para un ensayo.
Mire Vd. Hermengildo, no seré yo quien califique a estos señores excismáticos y ex-excomulgados (por cierto, Lefebvre murió excomulgado? el levantamiento solo afectaba a los obispos ordenados? pregunto porque no sé); en cualquier caso, están suspendidos a divinis, con lo cual, sus actos tienen la consideración que tienen.
Entre lo que piense Lefebvre, Fellay y la FSSPX al completo, el Cardenal Ottaviani y el Cardenal Bacci al unísono, solos o por separado, y lo que aprobó un Concilio Ecuménico en unión con el Sucesor de Pedro, a ojos cerrados, tragándome mis gustos personales, mis devociones particulares, haciendo violencia contra mi propia razón, por santa obediencia, lo que diga el Papa, porque ubi Petrus, ibi Eclesia. En hipótesis humorística: si mañana el Papa por no sé qué insondable motivo prohibiera el uso de ornamentos para la celebración de la misa, con harto dolor de mi corazón, sería yo el primero en celebrarla en pijama, si fuere menester.
Volviendo a esto en serio, del estudio de Gomis, hay un problema y no pequeño y es que identifica sacramento con forma de celebrar el sacramento, y su intransigencia y su soberbia no les deja ver que un mismo sacramento se puede celebrar de muchas formas, todas ellas históricas, todas válidas y todas admisibles, aunque cada forma ponga el acento en un aspecto de la misa. Estos señores no acaban de entender que ha habido y hay muchísimos ritos, tan católicos como el romano, diversos para celebrar al eucaristía; siempre acudimos a los mismos ejemplos: mozárabe, galicano, ambrosiano, anglo-católico, los tradicionales de las órdenes religiosas, por no entrar a las liturgias orientales católicas.
Puede haber un rito romano (tridentino) y puede haber un rito romano (secundovaticanense) y la defensa de uno no implica ni mucho menos denigrar al otro. El problema de esta gente es que no se conforma con que el antiguo modo se recupere, sino que el objetivo es que sea el único y exclusivo, y eso, mucho me temo que es imposible.
Supongo que eso de que si el Papa mañana mandara hacer un disparate, Vd. lo haría, lo habrá dicho de broma.
EliminarTampoco entiendo bien que invoque Vd. en esto la autoridad del Concilio Vaticano II, pues toda persona medianamente informada en estas cuestiones sabe que la reforma litúrgica de Pablo VI fue mucho más allá de lo que pedía la Constitución "Sacrosanctum Concilium". ¿Acaso pide el Concilio, por ejemplo, que la Misa se celebre "versus populum" o que se pueda comulgar en la mano?
Por lo demás, es cierto que hay ritos distintos en la Iglesia, pero los ritos no se improvisan ni se crean en laboratorios como fue creado el Novus Ordo. Son producto de una evolución orgánica.
Y, por cierto, Anónimo, el Concilio de Trento no creó ningún rito romano; se limitó a codificar el que había, tomando como modelo el Misal de la Capilla Pontificia. El llamado rito "tridentino" es, se denomina más propiamente "dámaso-gregoriano", pues su origen se remonta al pontificado de los Papas San Dámaso y San Gregorio Magno.
ResponderEliminarVamos a ver:
ResponderEliminar1. Hablaba de "hipótesis humorística".
2. Si el Papa mandara un "disparate" en materia de fe y costumbres y lo hiciera invocando el poder de las llaves, sacrificaría mi razón pero sí, lo haría. Lo siento: yo fui educado en aquello de barrer la escalera hacia arriba (que no me negará que es un disparate) si lo manda el superior, lo haría.
3. En aquello que no fuera de fe o costumbres, fue el propio Vaticano II el que comparó la conciencia del hombre con el sagrario mismo, así que en eso no dude. Si mi conciencia me dice que es un disparate y no es una materia grave, seré fiel a mi conciencia.
4. El ejemplo de los ornamentos que le ponía era eso, un ejemplo un poco absurdo, pero evidententemente que no afectara al núcleo esencial de la celebración de la misa. Dígase la misa sin casulla, o solo con una de un color fijo para siempre o utilícese siempre el poncho guatemalteco... bueno, vale, lo pide el Papa, entiendo que es una estupidez, pero yo obedecería. Ahora bien, conságrese otra materia diversa al pan y el vino o sustitúyase la consagración por una oración comunitaria con las manos juntitas o algo así... Pues mire no. Mi conciencia me impediría obedecer porque estoy absolutamente seguro de que no estoy celebrabo el sacramento de la misa.
Espero habérselo dejado más claro.
Después, sobre el tema del concilio es cierto que hay cosas concretas que no lo manda exprofeso, pero otras muchsa sí:
simplifíquense los ritos, conservando con cuidado la sustancia; suprímanse aquellas cosas menos útiles que, con el correr del tiempo, se han duplicado o añadido; restablézcanse, en cambio, de acuerdo con la primitiva norma de los Santos Padres, algunas cosas que han desaparecido con el tiempo, según se estime conveniente o necesario.
ábranse con mayor amplitud los tesoros de la Biblia
Se recomienda encarecidamente, como parte de la misma Liturgia, la homilía
Restablézcase la «oración común» o de los fieles después del Evangelio y la homilía
En las Misas celebradas con asistencia del pueblo puede darse el lugar debido a la lengua vernácula, principalmente en las lecturas y en la «oración común» y, según las circunstancias del lugar, también en las partes que corresponden al pueblo, a tenor del artículo 36 de esta Constitución.
Se recomienda especialmente la participación más perfecta en la misa, la cual consiste en que los fieles, después de la comunión del sacerdote, reciban del mismo sacrificio el Cuerpo del Señor. Manteniendo firmes los principios dogmáticos declarados por el Concilio de Trento, la comunión bajo ambas especies; la concelebración...
Hombre, lo de la orientación o lo de comulgar solo en la boca no es esencial del modo ordinario. El Papa en la sixtina usa el modo ordinario, ad orientem y distribuye la comunión en la boca, y todo ello es rito nuevo. Por lo tanto. el problema no está en los detalles, sino en lo que hay de fondo.
No coincido con Vd. en la afirmación del laboratorio. Con el mandato del concilio de simplificar duplicados o de recuperar elementos perdidos, eso hay que hacerlo con los ritos en la mano no sé si en un laboratorio, pero implica quitar y poner. Lo que no tení sentido es que el concilio pidiese eso y surgiese lo mismo.
sigo
ResponderEliminarEs más, yo he de confesarme un gran defensor de la reforma liturgica. Creo que en general se hizo bien y fue muy oportuna. Si ahora hay poca gente en la iglesia, si siguiéramos hablando en latín, usando unos ropajes suntuosos, haciendo unos ritos sin ningún tipo de participación de quien asiste, estoy convencido que el panorama no sería malo, como el actual, sino desolador.
Dicho esto, es preciso reconocer los excesos que al amparo del concilio se cometieron y se cometen, en el campo litúrgico y en los demás. Aquí, cuando sale algo un poco llamativo, enseguida, las consecuencias del concilio, y las culpas al concilio. No, hijo, no. Que el ser humano es pecador y es lo que tiene, que no hace lo que debe hacer.
Mire Vd. Hermenegildo: la historia de la evolución de los diversos ritos es posible cuando las iglesias son más autónomas y no existe una normatización de todo. Por eso es tan clave el concilio de Trento, porque de él emana también lo que podríamos denominar una reforma liturgica cuyo principal objetivo es fijar el rito y fijar el dogma, uniformar y unificar, perdiéndose desde entonces cualquier posibilidad de evolución orgánica de ningún otro rito.
También dice la Constitución "Sacrosanctum Concilium" que "se conservará el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular". La lengua vernácula sólo tendrá cabida en los puntos concretos de la Misa que Vd. señala. Sin embargo, en la práctica, el latín ha sido barrido de la liturgia.
EliminarIgualmente, dicha Constitución señala, por ejemplo, que "la Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la liturgia romana; en igualdad de circunstancias, por tanto, hay que darle el primer lugar en las acciones litúrgicas". No obstante, en la práctica, el canto gregoriano ha sido abolido...
... ha sido abolido salvo en lugares muy concretos, como determinados monasterios.
EliminarPor otra parte, ¿se simplifican los ritos teniendo ahora nueve plegarias eucarísticas e infinidad de prefacios a elegir (algunos ciertamente deficientes)? ¿Simplificar conlleva, por ejemplo, abolir el rito del ofertorio tal como la Iglesia lo había concebido siempre y sustituirlo por una oración de bendición judía?
La reforma fue más allá de "simplificar" los ritos. Como afirma Jospeh Raztinger, "se destruyó el antiguo edificio y se construyó otro, si bien con el material del cual estaba hecho el edificio antiguo y utilizando también los proyectos precedentes".
Y, en fin, no comparto su tesis de que si se hubiese conservado el rito latino antiguo, las Iglesias estarían aún más vacías (que ya es decir). Le invito a que se asome a cualquiera de las Misas que se celebran en España por la forma extraordinaria y comprobará que la media de edad es mucho más baja que en las Misas Novus Ordo.
EliminarEstoy absolutamente de acuerdo con Vd. en lo que dice del latín o del gregoriano. Efectivamente el concilio decía exactamente eso; el propio Papa Juan en la Veterum Sapientia reivindicaba el latín; hace muy poco el Papa Benedicto creaba la Academi de Latinidad...
ResponderEliminarPersonalmente no comprendo muy bien, salvo que sea un efecto de la famosa ley del péndulo, lo que ha acabado ocurriendo. La Misa debería poderse decir en latín (quizá exceptuando las lecturas y la homilía y las preces y poco más) con mayor normalidad. Es verdad que la gente no "sabe" latín, pero sí sabe qué se dice cuando escucha "accipite et manducate...· o cuando contesta "et cum spiritu tuo". Por eso coincido plenamente con Vd. en que perder el latín o el gregoriano es siempre un pérdida que habría que reparar, y que en esta materia la aplicación del concilio no ha sido correcta.
Sobre los fieles que acuden y la edad; Vd. me hace una invitación, que dicho sea de paso resulta innecesaria porque no solo lo he hecho, sino que lo hago con alguna asiduidad. Yo lo hago otra invitación, y conste que no es mi parroquia ni tengo nada que ver con ella: vaya a una misa en Santa María de Caná de Pozuelo, donde el uso extraordinario no se ha repuesto. Creo que no yerro si le digo que en número de fieles y la media de edad, puede mejorar con creces la suma de todas la misas de uso antiguo que se celebran en toda la provincia eclesiástica de Madrid.
En cualquier caso es un placer intercambiar ideas con Vd.
Sin embargo
El mismo Cigoña ha comentado en más de una ocasión que el (junto con otras decenas de personas) firmó una petición dirigida al párroco de Caná para que se celebrara Misa tradicional allí, a lo cual el párroco se negó haciendo gala de un gran espíritu de comunión con el Papa (y eso que es del Opus Dei).
EliminarDe todos modos, Caná es la única parroquia de una barriada muy populosa habitada por gente de cierto nivel social, cultural y religioso. No es raro que este templo esté tan vivo.
El placer es mío.
Reitero que no tengo nada que ver con Caná, ni de lejos. Sobre la cuestión que plantea carezco de datos para emitir un juicio. Por cierto, por lo que he visto y oído en Tv al párroco don Jesús, no me acaba de cuadrar ni su estética ni su mensaje con el Opus, aunque no se equivoque, en la Prelatura no son especialmente forofos del modo extraordinario. Suelen celebrar muy correctamente y con bastante unción, pero no se "complican la vida" (valga la expresión) con cuestiones litúrgicas de este tipo (hablo de lo que yo conozco, sin ánimo de generalizar,que de todo habrá en el viña del señor... marqués de Paralta)
ResponderEliminarVolviendo al tema, creo que el error es enfrentar las dos formas del rito admitidas por la Iglesia y querer hacer valer la una denostando la otra. En relación con el tema de Caná, si fuera realmente tal y como Vd. lo dice, ese grupo de fieles tiene derecho a acudir al Sr. Arzobispo. D. Antonio María, dicho de paso, tampoco se muestra muy entusiasta con el rito modo extraordinario y no dudo que sea buen obispo, como no dudo de Higueras, que además ha sido creo que el único sacerdote "raso" llamado a Roma en el último sínodo. No creo que en la Santa Sede le tengan como desafecto o falto de espíritu de comunión con el Papa.
Me consta de muy buena tinta que el Párroco de Caná es miembro de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.
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