lunes, 2 de julio de 2012

Noticias y rumores

De varias cuestiones se ha debatido y especulado en fecha reciente. Ya lo ha dicho Monseñor Fellay en una predicación: las conversaciones entre la Santa Sede y la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X están como al principio.

La interpretación de algunos analistas es que la presión ejercida  por el sector, llamemos "progresista" (o quizás mejor menos "tradicional") en la propia Curia y por varias Conferencias Episcopales ha logrado impresionar al Papa, de forma que se han exigido nuevas garantías en el preámbulo doctrinal que la FSSPX debe suscribir. Toda una sorpresa cuando, hace apenas un mes, el portavoz del Vaticano afirmaba que la respuesta recibida de Monseñor Fellay era positiva y varios miembros de la Curia cercanos al Papa, como el Cardenal Burke, afirmaban que la reconciliación era posible y cercana.

Es cierto que presiones contra el acuerdo debe haberlas. También hubo movimientos para evitar que el Papa aprobara el motu proprio Summorum Pontificum, y asimismo contra el levantamiento de las excomuniones a los obispos de la fraternidad. Hay un sector en la Iglesia que no desea la integración de la FSSPX, pero no por motivos teológicos o doctrinales, ya que estos sectores con frecuencia toleran o incluso promueven la heterodoxia doctrinal y relativizan la autoridad del Papa. La verdadera batalla, aunque no se hable abiertamente, es la Santa Misa tradicional. Sin querer renocerlo, abominan de la Misa de San Juan de la Cruz, de San Ignacio de Loyola y de Santa Teresa de Jesús, como si de la mayor iniquidad se tratara. El diablo, sin duda, juega bien sus cartas.

Sin embargo, no creo que estas presiones tengan tanta influencia en el ánimo del Santo Padre quien, a pesar de los lógicos achaques de su edad avanzada, hemos visto en bastante buena forma en la última semana. Más bien me inclino a pensar que la solución se ha aplazado ante el riesgo de fractura grave en la propia FSSPX. El retorno de tan solo la mitad de la fraternidad, quedando tres obispos fuera, quizás no es aceptable ni para Monseñor Fellay ni para el Papa. Incluso -y permítanme el atrevimiento- el Romano Pontífice puede haber sopesado si no es preferible para la Iglesia una FSSPX a las puertas de Roma, íntegra, con sus sectores moderado y radical en equilibrio, en expectación de la comunión plena, que un retorno parcial que deje abandonadas tantas almas a las puertas del sedevacantismo y a tres obispos -no olvidemos que obispos verdaderos según Roma- ya descontrolados y sin el contrapunto sensato de Monseñor Fellay.

En mi opinión personal, sin duda ingenua, el problema de esta negociación es la firma del Preámbulo. El Arzobispo Lefebvre no fue excomulgado por motivos doctrinales bajo Pablo VI, tampoco bajo Juan Pablo II, sino por las ordenaciones episcopales.

Los cuatros obispos ya manifestaron su adhesión al Santo Padre, y el Papa levantó las excomuniones. Benedicto XVI por otra parte, ha aclarado que el Concilio Vaticano II hay que interpretarlo a la luz de la Tradición, y ha dado plena libertad a la liturgia secular de la Iglesia. Por todo ello, el Papa bien podría haber reintegrado mediante decreto a la FSSPX, y las cuestiones formales las hubiera resuelto el tiempo. Por poner un ejemplo quizás no afortunado pero sí explícito, integrarlos "a la fuerza" como hace Roma con los obispos de la Iglesia Patriótica China.

La idea de que la FSSPX tenga que firmar un preámbulo doctrinal aceptando el Concilio Vaticano II resulta injusta cuando, lamentablemente, campean en el interior de la Iglesia las más grandes desviaciones, se hacen llamamientos públicos a la desobediencia a Roma, y en escuelas de teología e incluso en seminarios se ponen en duda dogmas de fe y se mancilla la liturgia con todo tipo de abusos.

Monseñor Fellay

Cambiando de tema, ha sido también comentado el nombramiento de Arthur Roche, Obispo de Leeds, como nuevo Secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que preside nuestro Cardenal Cañizares. Sus razones tendrá el Papa, y no sería la primera vez que realiza un nombramiento "pro conversión" del agraciado (como ha ocurrido con algunas birretas cardenalicias); sin embargo cuesta trabajo explicarse a Monseñor Roche en un puesto que anteriormente han desempeñado el Arzobispo Di Noia y el hoy Cardenal Ranjith. Ya que el hasta ahora Obispo de Leeds es un obispo dedicado y piadoso, pero en materia litúrgica no sintoniza (hasta la fecha) con la línea de Benedicto XVI: interpretación restrictiva del motu propio Summorum Pontificum, y nula sintonía con la herméutica de la continuidad. No es de extrañar que el propio Roche haya manifestado su perplejidad por el nombramiento.

La página Offerimus Tibi Domine publica un buen ejemplo de ello. La reforma de la Capilla de Hinsley Hall, el Centro Pastoral de la Diócesis de Leeds, que pone los pelos de punta.

5 comentarios:

  1. Uno de los mejores artículos que he leído sobre el tema. Comedido y claro.

    ¡Enhorabuena!

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  2. A mi también me parece injusto que se exija a la FSSPX la firma de un Preámbulo que no se exige a otras personas y grupos que cuestionan algún punto del magisterio actual de la Iglesia y que gozan de pleno reconocimiento canónico.
    Sin embargo, sería incoherente que la Santa Sede mantuviera su actual discurso sobre la inerrancia del Vaticano II y, a la vez, se reconociera legalmente y con todas las bendiciones a una Hermandad que estima que dicho Concilio se equivocó en varios puntos. El desconcierto de los fieles sería grande.

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  3. El nombramiento del Obispo Roche me parece del todo incomprensible, sobre todo, si se tiene en cuenta que existen expertos en liturgia, como D. Nicola Bux, que están muchísimo más en sintonía con la concepción que el Santo Padre tiene de esta materia, tan sensible para él.
    Pero, en fin, son las paradojas propias de este pontificado. ¿Quién nos iba a decir también que con el azote de la Teología de la Liberación -Joseph Ratzinger- convertido en Papa tendríamos como Prefecto de Doctrina de la Fe a un discípulo de Gustavo Gutiérrez que, además, ha escrito páginas teológicas de dudosa ortodoxia católica?

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  4. No pongo en duda las decisiones del Papa pero se pudiera entender que tal vez y solo tal vez el santo padre lo ha hecho bajo presión, o quien sabe, recordando que la Curia Romana en estos tiempos se encuentra en momentos dificiles tras algunas infidelidades por filtracion de informacion, documentos y comentarios anticatolicos y antipapistas. solo el santo padre y Dios sabrán el por que de tan dudosa desición. sobre la fraternidad es plenamente injusto y hasta aberrante que se le exija a la fraternidad aceptar dicho preámbulo en el que se les obliga aceptar el CV II que si que tiene serios temas de dudoso origen no catolico y que lo que ha hecho este concilio es dividir la iglesia y envolverla en un clima de confusión, perplejidad y oscuridad, este concilio es un golpe de autodemolición para dicha por el propio Pablo VI. Ronald. Venezuela.

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  5. Me parece perfecto que la FSSPX no acepte algunos puntos del CVll, como la Libertad Religiosa y el ecumenismo. Es que se empecinan en que ese concilio es palabra santa, cuando ni siquiera fué dogmático síno pastoral.

    Y con respecto a esa Capilla, es ESPANTOSA¡¡¡ Parece un salón protestante.

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