Monseñor don Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, ha regalado al Seminario de San Pelagio de Córdoba, de cuya diócesis fue obispo hasta 2010, una hermosa talla que representa a Nuestro Señor Jesucristo como Sacerdote, realizada en madera por el escultor Francisco Romero Zafra. El dorado y el estofado han corrido a cargo de Rafael Barón y Manuel Tienda
La imagen combina la iconografía del Sagrado Corazón de Jesús con la del Sacerdocio de Cristo. Trabajo muy cuidado en sus detalles, el Señor está representado con sotana de cuello español bajo los ornamentos, y una capa pluvial de corte tradicional, con el Cordero Místico en el pluvio.
Esta bella imagen, inspiración sin duda para los futuros presbíteros cordobeses, será bendecida por el propio Arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo, el próximo 16 de noviembre, en presencia del Obispo de Córdoba, Monseñor don Demetrio Fernández. Se le dará culto en la Capilla del Seminario cordobés.
La Hornacina
Pro Misa tradicional en Ciudad Real
¿Es posible que nadie le hubiese dicho al escultor que el alba es una prenda talar? Menudo despropósito.
ResponderEliminarSi, es cierto que le faltan dos palmos. Quizás se inspiró en una capa con sobrepelliz y se confundió. Pero mejor fijarse en lo mucho bueno, que en lo malo.
ResponderEliminarIncluso diría yo que habrá observado imágenes de los Papas con la falda, que el alba quedaba de un modo similar, o en representaciones como ya dicen de santos obispos con sobrepellices largos, o inclusive imágenes de santos obispos con el alba por encima de los tobillos, dejando ver la talar. Pero creo que es un detalle poco importante, tal y como están las cosas.
ResponderEliminarHermosa talla, lamentables errores vestimentarios, extrañísimo efecto.
ResponderEliminarNo lleva amito y debería, porque esa alba no sólo es faldicorta sino que tampoco se ajusta al cuello hasta cubrirlo, que es la posibilidad que permite omitirlo según la moderna OGMR.
ResponderEliminarDesde luego el que la ha hecho no se ha documentado ni mínimamente antes de ponerse manos a la obra. Y si yo fuese el obispo que la encargó, no le pagaba al escultor.
Y es una pena, porque como idea es muy buena.
Probablemente la primera talla en la historia de la imaginería en que el Señor calza zapato negro de caballero.
ResponderEliminarLo del zapato es normal dado la iconografía elegida, pero todas las otras cosas sí son más graves, especialmente el uso de ese indescifrable "roquealba".
ResponderEliminarSiempre hay gente, cuando se hacen cosas buenas, que nunca lo ven suficiente y encima se ponen a criticar.
ResponderEliminarAhora mismo más de un Anónimo por aquí se parece a los progres que clamaban: "Que el Papa vaya a Somalia" solo que a la inversa.
Cuando algo es bueno y va hacia la tradición... ¿por qué atenernos a detalles (¡nimios!) farisíacos?
¿Detalles nimios, Francisco Javier?
ResponderEliminarNimio sería decir que Cristo lleva mucho pelo, poco pelo, que la mirada esto o lo otro, que si las manos son grandes o pequeñas, que si el color de la capa es un poco apagado o demasiado brillante, pero lo del alba... Si yo salgo a celebrar con el alba por esa altura de la pierna la risotada general de mis feligreses se oye en España entera.
Quizás si saliera vestido tal y como está esa estatua no habría ni risotada siquiera (me refiero a alba y sotana claro más dicha capa pluvial...).
ResponderEliminar¡Nadie se daría cuenta! Nada más que los lectores de este blog. (Acostumbrados el 99% a sacerdotes fantoches que salen con vaqueros...)
Por eso digo, que todo lo bueno por recuperar la tradición... ¡Bienvenido sea! Los errores demuestran al menos que se tiene voluntad de aprender... Porque el que no hace ni siquiera se equivoca.
Además, dicha estatua puede servir hasta para hacer una catequesis sobre la vestimenta de los sacerdotes en el Seminario xD "Esto sí, esto no".
De todos modos, mi crítica no iba tanto a: alba incorrecta... Sino a que me daba la sensanción de que se está comentando midiendo los "centímetros".
Y eso me recuerda a cuando en la Edad Media los frailes se peleaban entre ellos porque uno llevaba más nudos que otro en el cíngulo de hábito.
Por eso decía nimios y farisíacos.
Me parece que no han caído en un detalle , esta imagen ha sido creada para estar expuesta en el Seminario. Lugar donde estarán los futuros sacerdotes, lo que se busca es la simbologia y no el mimetismo, a diario verán esta imagen de Cristo Sacerdote para configurarse mas y mas con EL. Que mas da unos centímetros mas que menos. demos gracias a Dios por iniciativas como estas de un Pastor que se desvela en la formación de los futuros sacerdotes
ResponderEliminarEsperando que este tema vaya concluyendo, si nuestros lectores lo tienen a bien. Es evidente que el escultor ha manejado varios modelos y ha acabado confundiendo alba y sobrepelliz, también es cierto que el amito hubiera sido de agradecer. Los errores está bien señalarlos, y si se quiere hacer en esta web, pues para eso estamos. Pero también hay que hacerlo desde el equilibrio. La imagen, pese a esos fallos señalados, es muy digna, y más si la comparamos con la catástrofe que se ve en vivo en no pocas iglesias y seminarios; y cuando no catástrofe, mera ramplonería en la indumentaria de los ministros, en el lenguaje, en los gestos, en el uso del altar. Indignos del respeto que todo lo que atañe a Dios merece: las sagradas especies, los vasos sagrados, los libros litúrgicos.
ResponderEliminarLos errores en esta talla son la lógica consecuencia de la destrucción de la cultura religiosa, algo que ha sido promovido durante varias décadas por los mismos clérigos. Por eso, representar hoy a Cristo como sacerdote, ante los futuros sacerdotes, revestido con una capa pluvial tradicional, con la estola bajo el cíngulo, y vestido con sotana, es un gesto muy valiente. Pienso que quizás deliberadamente se ha pretendido que la sotana se vea claramente y esta enseñanza hay que valorarla, aunque no todo sea correcto. Los seminaristas que vean esta talla, posiblemente en el futuro tenga al mismo Jesús entre sus manos; cometerán fallos, como humanos que son, pero ojalá lo traten con el cariño y el respeto que el escultor ha puesto en esta talla. En fin, agradecerles a todos su participación.