Como sabrán probablemente nuestros lectores por otras bitácoras, en este mes de enero se ha suprimido la celebración de la Santa Misa tradicional en la Basílica Papal de Santa María la Mayor de Roma. Una triste y significativa supresión.
Triste porque la Misa, oficiada en la Capilla Cesi, era mensual y estaba dedicada a la devoción a la Santísima Virgen del primer Sábado de mes; además llevaba celebrándose ininterrumpidamente durante 14 años, por tanto era fruto del motu proprio Ecclesia Dei adflicta del Beato Juan Pablo II.
Significativa porque el actual Arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor, el Cardenal español don Santos Abril y Castelló, es muy cercano al Santo Padre Francisco.
Un grupo de fieles ha convocado una vigilia de oración el viernes 25 de enero, a las 16 horas, en la Basílica de Santa María la Mayor, en la que rezarán el Santo Rosario, impetrando a la Santísima Virgen, Salus Populi Romani, el restablecimiento de estas celebraciones.
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