La Santa Sede ha confirmado la reelección del Padre Laguérie como Superior general del Instituto del Buen Pastor, en el capítulo del instituto celebrado el pasado 31 de agosto en Fontgombault y presidido por el Abad Emérito de Nuestra Señora de Fontgombault, Dom Forgeot, Delegado Apostólico de la Santa Sede y encargado de restablecer la concordia en este instituto tradicional.
Otro instituto tradicional intervenido por la Santa Sede...
ResponderEliminarNo creo que sea comparable con la intervención en los franciscanos de la Inmaculada, ya que en el Instituto del Buen Pastor el delegado escogido por Roma pertenece a la Tradición.
EliminarDios quiera que ahora que la crisis se ha superado, él ponga fin a la insidia de los sacerdotes miembros de este Instituto que en realidad tienen un espíritu sedevacantista y son promocionadores de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (lefebvrianos), caso concreto en Colombia, con Pinzón Velez y Navas Ortiz, quienes fueron unos de los artífices de tan lamentable situación, y quienes están destruyendo en Colombia a la verdadera tradición fiel a la Santa Iglesia Católica y a su máximo representante, el Vicario de Cristo, el Papa Francisco!!!
ResponderEliminar¿Podría por favor explicarse, Petrus Romanus?
ResponderEliminarDesgraciadamente estos sacerdotes del IBP en Colombia están jugando una doble acción: pretender estar dentro de la Santa Iglesia Católica unidos a la Comisión Ecclesia Dei y pidiendo parroquias personales por un lado, y por el otro enviar a los fieles a que se formen en la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (Lefebvrianos), que asistan a que los formen estos cismáticos y herejes, hasta el punto de lavarles el cerebro y ponerlos en contra de Su Santidad el Papa Francisco, que ya lo ven la mayoría de ellos también como un Papa modernista y apóstata, el IBP en Bogotá ha cogido el espíritu de una secta, estos sacerdotes le han hecho un daño gravísimo, no es de extrañar esta situación ya que todos los sacerdotes del IBP en Colombia han sido miembros de la Fraternidad sedevacantista y herética que fundo el obispo Marcel Lefebvre, basta ver cómo actúan en estos momentos la mayoría de los fieles del IBP en Bogotá, están llenos de desconfianza hacia la autoridad romana, hacia el Sumo Pontífice y algunos de ellos se han ido a la Fraternidad Sacerdotal San Pio X (lefebvrianos) debido a la permisividad de estos sacerdotes del IBP que jamás les han advertido del peligro de adherirse a esa Fraternidad cismática y ellos también han llegado al punto de apostatar de la obediencia al Sumo Pontífice y hablan hasta blasfemias de él. Yo he tenido el valor de denunciar esto públicamente ante el mismo Pinzón Velez que en uno de sus sermones públicamente se refería del Santo Padre como un líder modernista que conducía a la Santa Iglesia Católica por el camino de la perdición, y hablar de los obispos y cardenales como de secuaces del Papa Francisco en su misión de destruir el catolicismo. Yo me he casado en el IBP de Bogotá porque creí que realmente era un apostolado verdaderamente tradicional pero ante esto he decido no volver más a la Santa Misa, porque no quiero poner en peligro mi alma, porque todo sacerdote u obispo que pierda la reverencia y el respeto hacia la Santa Madre Iglesia Católica y hacia su vicario rompe la comunión eclesiástica "ipso facto", y en estos momentos estos sacerdotes del IBP han producido esto en las almas, es decir las han apartado de la comunión con la Santa Iglesia de Cristo!!!
EliminarEsto confirma claramente lo que he dicho anteriormente, "mientras esté el Cardenal Rubén" significa que este cardenal es enemigo de la Santa Misa Tradicional, este tipo de afirmaciones son comunes en los sacerdotes y fieles del IBP en Bogotá, que se supone que es un Instituto que le debe obediencia, sumisión y respeto al Cardenal Ruben Salazar Gomez, por ser el ordinario del lugar donde tiene la casa, así él por ahora no permita la Santa Misa en su Forma Extraordinaria, esto es destruir la verdadera tradición, la tradición respetuosa de la autoridad y guiada por la obediencia basada en la Fe, que los representantes del IBP en Colombia hace mucho tiempo perdieron, es un daño gravísimo que han hecho al nombre del IBP y a la Fe tradicionalista al transmitir a los fieles los errores de la Fraternidad Sacerdotal san Pío X (lefebvrianos), y que este comentario lo refleja de una manera inequivoca!!! .
Eliminar¿ que quiere decir : destruyendo la tradición ? ; en Bogotá , fuera de la Fraternidad San Pio X ; es la única forma posible de asistir a la Santa Misa de San Pio V , ya que parroquia personal , no parece posible mientras esté el cardenal Rubén ¡¡¡¡¡¡ por favor , aclare sus acusaciones ....gracias !!!!!!
ResponderEliminarEste buen señor parece tener bula para decir lo que quiere sin que a nadie parezca importarle. Pues no: la FS San Pío X roza lo herético y lo cismático; de hecho muchos de sus dirigentes han estado excomulgados, y solo por un gesto de benignidad y de misericordia no correspondida de Benedicto XVI no lo siguen estando, pues sus planteamientos doctrinales no han variado. De hecho no consta que se les haya levantado la suspensión a divinis. Camile Perl, que no creo que resulte sospechoso en estos lares defiende que aquellos que asisten a las misas de la FSSPX se arriesgan a confundir su pensamiento al separarse del Magisterio del Romano Pontífice, con lo cual podrían llegar a un cisma.
EliminarCon lo cual, me parece que hace un flaco favor quien para defender posturas más tradicionales se separa de la Iglesia como hace este señor, y encima que se le dé pábulo.
Hago un llamamiento a la ponderación en los comentarios. No es lo mismo herético que cismático. La FSSPX no puede ser acusada de defender herejías, otra cosa es lo que podamos opinar sobre su (falta de) comunión con Roma. Tampoco son sedevacantistas. Estamos aquí gracias a numerosas personas que han sido instrumentos de Dios para defender la Tradición: los intelectuales que intercedieron ante Pablo VI; San Pío de Pietrelcina con su testimonio personal al oficiar la misa tridentina; los cardenales Bacci, Ottaviani, Siri, Stickler, Bartolucci, Mayer; los sacerdotes del Brompton Oratory de Londres; la capilla de Laforja en Barcelona; los humildes sacerdotes que jámás dejaron de oficiarla y por supuesto el Santo Padre Benedicto XVI con el motu proprio "Summorum Pontificum". En esta relación de defensores de la Misa tradicional ocupa un lugar de honor el Arzobispo Marcel Lefebvre, y hemos de reconocerlo nos guste o no, aunque podamos estar en desacuerdo con sus métodos y su enfrentamiento a Roma.
ResponderEliminarCARTA SOBRE LAS CONSAGRACIONES DEL 30 DE JUNIO. (5-V-1989)
EliminarLa Fraternidad Sacerdotal San Pedro ha sido fundada por un grupo conformado por once sacerdotes y un diácono, quienes en el momento de las consagraciones episcopales ilícitas del 30 de junio de 1988 conferidas por Monseñor Marcel Lefebvre, decidieron abandonar la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, para no participar en el cisma que dichas consagraciones han originado. Uno de los fundadores, el Padre Engelbert Recktenwald, escribió el 5 de mayo de 1989 un articulo titulado: "Carta sobre las consagraciones del 30 de junio", en el cual manifiesta: "es en razón de la situación teológica sin escapatoria con relación a las consagraciones del 30 de junio, que ciertos miembros de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X se vieron forzados en conciencia de abandonar la Fraternidad. Esta decisión había sido y permanece una decisión basada en la Fe..., es exclusivamente la Fe, la evidencia de que las consagraciones del 30 de junio de 1988 eran incompatibles con la Fe católica, y es la voluntad de permanecer lo que nos ha dirigido..., es una confianza fundada en la Fe. También en esta hora histórica donde hay que elegir, nosotros elegimos la confianza, aquélla que se apoya en las promesas de Nuestro Señor Jesucristo: "las puertas del infierno no prevalecerán" (San Mateo XVI, 18) contra la Santa Iglesia fundada sobre Pedro..., como se puede ver, las consagraciones del 30 de junio de 1988 son de orden teológico, del orden de la Fe. Y, sin embargo, la respuesta se encuentra ya en nuestro catecismo: allí donde esta Pedro, allí esta la Santa Iglesia. Declarar a Pedro cismático (o pretender que es él quien ha hecho el cisma, lo que es lo mismo), es poner la Piedra fuera de la Santa Iglesia. Entonces Cristo hubiera faltado en su promesa. Es esto posible? De toda nuestra Fe católica, respondemos: ¡no!
Muy bien escrito Administrador, este Petrus Romanus, que de Pedro tiene poco y de Romano menos, tiene motivos suficiente para defender al poder instaurado.
ResponderEliminarFernando
Siento si alguien se puede sentir ofendido por mis comentarios, no era es mi intención. Pero ciertamente no me hace ninguna gracia que se simpatice con quien libre y voluntariamente se separó de la Iglesia, aunque se compartan gustos, aficiones o espiritualidad litúrgica.
ResponderEliminarPersonalmente no tengo tan claro que la FSSPX no defienda herejías. El rechazo de la autoridad del CVII y de las disposiciones del Romano Pontífice parte de una imperfecta y contradictoria noción de Tradición. En el fondo están cayendo en algo tan poco católico como es la libre interpretación; los protestantes rechazan el magisterio en favor de su sentido de la interpretación de la Sagrada escritura y los lefebrianos rechazan el magisterio de la Iglesia fundándose en "su" propio sentido de lo que es la Tradición, contrario al sentir de la propia Iglesia.
Ciertamente, coincido con Vd. en que Dios se sirve de instrumentos insospechados para cumplir sus designios. Acuérdese Vd. (y no quiero comparar a nadie con nadie) del pasaje de Números 22, sobre la historia de Balac y Balaam.
Y hombre... no me quite importancia al tema; es como decir que se está de acuerdo en el fondo pero no en las formas. Lo que ocurre es que en nuestro caso las formas lo son todo, e incurrir en una excomunión latae sententiae por ordenar obispos sin mandato apostólico es tan sumamente grave que pone de manifiesto que ni en el fondo se lleva razón.
UMA ADVERTÊNCIA DO PAPA
ResponderEliminarPostado por Dom Fernando Arias Rifan. Obispo de campos (Brazil)
A Igreja tem dezenas de ritos, orientais e latinos, expressões litúrgicas diferentes do mesmo culto prestado a Deus A diversidade litúrgica, quando legítima, é fonte de enriquecimento, manifesta a catolicidade da Igreja e não prejudica a sua unidade, por significarem e comunicarem o mesmo mistério de Cristo (cf. C.I.C. nº 1206 e 1208).
Uma dessas riquezas litúrgicas católicas é a antiga forma da Liturgia Romana, chamada também forma extraordinária, usada por muitos santos por vários séculos. Nós a conservamos em nossa Administração Apostólica, por faculdade a nós concedida pela Santa Sé, como o fazem igualmente muitas congregações religiosas, grupos e milhares de fiéis em todo o mundo, por apreciar essa beleza litúrgica, clara expressão católica dos dogmas eucarísticos. E a Santa Sé reconhece essa nossa sensibilidade e adesão como perfeitamente legítimas. Assim se expressara o então Cardeal Ratzinger: “Se bem que haja numerosos motivos que possam ter levado um grande número de fiéis a encontrar refúgio na liturgia tradicional, o mais importante dentre eles é que eles aí encontram preservada a dignidade do sagrado” (Conferência aos Bispos chilenos, Santiago, 13/7/1988). Desse modo bem compreendida, a Missa na forma antiga contribui grandemente para a “pax litúrgica” na Igreja, como desejava Bento XVI.
Em sua famosa entrevista à revista Civiltá Cattolica, publicada em 19 de setembro último, o Papa Francisco, a respeito da Missa na forma antiga, ressaltou a prudência de Bento XVI ao estender a concessão da celebração dessa forma litúrgica a toda a Igreja, em atenção às pessoas que têm essa sensibilidade particular. Mas fez uma advertência: “Considero, no entanto, preocupante o risco da ideologização do Vetus Ordo, a sua instrumentalização”.
O risco da ideologização e instrumentalização ocorre naqueles que querem conservar a antiga liturgia independentemente da Hierarquia e, pior ainda, usá-la como fator de divisão e crítica ao Magistério da Igreja. Por isso escrevi na minha primeira mensagem pastoral de 5 de janeiro de 2003: “Conservemos a Tradição e a Liturgia tradicional, em união com a Hierarquia e o Magistério vivo da Igreja, e não em contraposição a eles”. É claro: “Em erro perigoso estão aqueles que julgam poder unir-se a Cristo, cabeça da Igreja, sem aderirem fielmente ao seu Vigário na terra” (Pio XII, Enc. Mystici Corporis, 40). A celebração da Santa Missa, pois, só é legítima se em comunhão com a hierarquia: “Somente neste contexto, tem lugar a celebração legítima da Eucaristia e a autêntica participação nela” (João Paulo II, Ecclesia de Eucharistia, 35). “Que se considere legítima só esta Eucaristia que se faz sob a presidência do Bispo ou daquele a quem este encarregou” (S. Inácio de Antioquia, Smyrn., 8,1).
“A diversidade litúrgica pode ser fonte de enriquecimento, mas pode também provocar tensões, incompreensões recíprocas e até mesmo cismas. Neste campo, é claro que a diversidade não deve prejudicar a unidade. Esta unidade não pode exprimir-se senão na fidelidade à fé comum ... e à comunhão hierárquica” (João Paulo II, Vigesimus Quintus Annus, 16, 4/12/1988).