Estas fotografías, publicadas por la web El buho escrutador, muestran la celebración de la Santa Misa con la Forma Extraordinaria del Rito Romano, en la capilla del fundo Santa Rita, comuna de Pirque, diócesis de San Bernardo, en Chile, con ocasión de una reunión familiar. Celebró el reverendo don Federico Mönckeberg; y su hermano Don Guillermo se encargó del canto y del teclado. Ambos son sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei.
A ver si en España los sacerdotes de la Prelatura también se animan a celebrar la forma extraordinaria fuera de los centros del Opus Dei.
ResponderEliminar¡¡¡¡ LA PRELATURA TIENE 31 NUEVOS SACERDOTES !!!!!
ResponderEliminar¿ Hay algo sobre los 96 años del cardenal Bartolucci ? , gracias.
ResponderEliminarNo creo Hermenegildo ni en España ni en México ni en el mundo los Sacerdotes Mönckeberg son muy influyentes en la Obra (Opus Dei) en Chile si fueran cualquier sacerdote de la obra no se atreverían y los regañarían. Y menos en el Papado de S.S Fransico I, quizá en tiempos de Benedicto XVI hubiera sido muy bueno que en los centros escuelas y Universidades del Opus Dei la hubieran promovido, pero no se atrevieron, Quizá estaban enterados de que Benedicto XVI solo fue una llamarada de petate.
ResponderEliminarSaludos.
Hombre por Dios, en Chile la prelatura celebra en privado según la forma extraordinaria, ademas muchos sacerdotes que son supernumerarios celebran según la forma pre conciliar es solo ir a los lugares campestre y comprobarlo.
EliminarAnónio: Los sacerdotes de la Prelatura NO celebran en absoluto por la Forma Extraordinaria, en privado. Celebrarán, en todo caso, en lengua latina, pero Novus Ordo siempre. Ojalá celebrasen en Forma Extraordinaria, pero va a ser que no.
EliminarMi hermano es sacerdote de la obra y cada ves que va a la casa de mis papas celebra según la forma extraordinaria, ademas recordemos que el señor Obispo de San Bernardo que es Sacerdote numerario ha celebrado Misa Tridentina.
EliminarCada misa extraordinaria cuenta muchísimo para la continuidad de nuestra fe.
ResponderEliminarQué bueno que al Opus Dei se les esté ablandando el corazón. Bravo Chile.
ResponderEliminarLo de los hermanos Mönckeberg es una excepción. Habitualmente, los sacerdotes de la Prelatura no son libres en absoluto para celebrar con la Forma Extraordinaria. Y ahora, con el Papa Francisco, menos. Quien conoce la Obra por dentro sabe que la libertad brilla por su ausencia.
ResponderEliminarAsí es, los sacerdotes de la Obra no están obligados a celebrar el rito Extraordinario, sin embargo la gran mayoría la celebra pues saben que San Josemaria la prefería.Pero lo que si tienen que hacer es celebrar el novus ordo ad orientem y en latín, pues en las Residencias las capillas así tienen el Altar como estipuló San Josemaria. En los centros, escuelas y universidades el altar es Versus Populo para no despertar en los enemigos del Opus Dei acusaciones de Tradicionalistas como lo que sucedio con la Vela Palmatoria, la Cucharilla Liturgica y la comunion de rodillas.
ResponderEliminarEs curioso la reacción que genera cualquier noticia que se refiera al Opus Dei, especialmente de parte de algunos comentaristas habituales.
ResponderEliminarMe gustaría participar en el debate aclarando algunos puntos:
1. Hay que distinguir entre los sacerdotes incardinados en el Opus Dei y los que no lo están aunque pertenezcan a él. Los primeros reciben su encargo pastoral del Prelado y de sus vicarios; los segundos, por pertenecer al clero secular y estar incardinados en una determinada diócesis, lo hacen de su obispo como ordinario propio. Esto es importante porque los sacerdotes incardinados en el Opus Dei se deben a las labores pastorales que les encarguen en su respectiva Comisión o Delegación (celebrar Misas y atender confesiones en tal y cual Centro, ocuparse de la atención espiritual de una obra corporativa o una labor personal, predicar retiros, atender cursos anuales y convivencias, etcétera), mientras que quienes están incardinados en una diócesis se deben a ella y sólo pertenecen al Opus Dei en lo que se refiere al crecimiento de su vida espiritual (lo mismo ocurre con los fieles laicos, que no dejan de pertenecer a su diócesis).
2. De lo anterior se sigue que los sacerdotes del Opus Dei deben procurar ante todo atender los encargos que les confía la prelatura. Lo suyo, entonces, no es celebrar Misas en comunidades donde otro sacerdote podría hacerlo, porque no es pastor de la misma, más cuando la diócesis generalmente se ocupa de distribuir la atención pastoral de acuerdo a las particulares necesidades de la feligresía (otros ritos, Misas para sordomudos o inmigrantes, etcétera). Por eso, lo común es que no celebren públicamente sino en los lugares de culto previstos para el cumplimiento de su encargo. Eso explica que los fieles que deseen contraer matrimonio, bautizar a sus hijos, dar cristiana sepultura a sus muertos, etcétera, deban acudir a otros sacerdotes antes que los del Opus Dei para pedirles que oficien esas celebraciones. Distinto es el caso cuando se ha confiado al Opus Dei una parroquia, porque ahí se puede disponer la celebración de la forma extraordinaria como en cualquier parroquia. Así ocurre, por ejemplo, en Roma.
3. La misma razón explica que, salvo casos particulares, los sacerdotes del Opus Dei no sean en principio "sacerdotes idóneos" en el sentido del motu proprio "Summorum pontificum" y de la instrucción "Universae Eclessiae", porque el conjunto de esas normas mira al encaje de la forma extraordinaria en la vida parroquial, confiando al obispo que provea la atención de los fieles que desean atención pastoral conforme a los libros litúrgicos vigentes en 1962. Pero nada impide que, cuando libremente se ofrezcan y no haya sacerdotes diocesanos que puedan o quieran encargarse de esa atención, algún sacerdote del Opus Dei lo haga, incluso refrendándolo el obispo. Es el caso de Valencia, donde D. Eulalio Fiestas se mostró dispuesto desde un principio a celebrar según la forma extraordinaria al grupo estable que se había formado y que estuvo siempre en contacto con el arzobispo. Cabe recordar que con el Código de Derecho Canónico de 1917 los fieles estaban obligados a oír Misa en su parroquia los domingos y fiestas de guardar; ahora, con el código de 1983, se cumple el precepto oyendo Misa en cualquier lugar donde se celebre el rito latino, tanto el día mismo como su víspera.
Continúo con mi comentario anterior:
ResponderEliminar4. Ahora bien, nada impide a los sacerdotes del Opus Dei celebren privadamente cuando así lo deseen. Ese es el derecho que reconocen a todo sacerdote de rito latino los dos textos antes dictados, pudiendo sumarse los fieles a esa celebración privada, sin que para ello necesiten de ninguna autorización (en este caso, del Prelado o de su respectivo vicario). Vale decir, en el oratorio de su Centro o de otro cualquier sacerdote del Opus Dei puede celebrar la forma extraordinaria sin permiso alguno, y de hecho varios así lo hacen y me consta, incluso en convivencias y retiros y ofreciendo la posibilidad de que quien lo desea pueda sumarse.
5. Por lo general, las celebraciones litúrgicas a las que sólo asisten fieles del Opus Dei son en latín, y "coram Deo" si tal es la disposición del altar, aunque oficiadas conforme a la forma ordinaria. Ya me refería en su día a esto en otro comentario. Es más, en varias obras corporativas y labores personales se ha comenzado a celebrar igualmente en latín con cierta regularidad para que los fieles no vean extraño el uso de la lengua propia de la Iglesia latina, querida incluso por "Sacrosantum Consilium" y reiterada hace unos años por la exhortación "Sacramentum caritatis".
6. Me consta que en los seminarios de la Obra se enseña a los futuros sacerdotes a celebrar según la forma extraordinaria.
7. Conozco varios fieles del Opus Dei que participan activamente en la promoción de la forma extraordinaria. Incluso algunos se han casado con los libros litúrgicos anteriores a la reforma iniciada con el último concilio, y para hacerlo han acudido al sacerdote idóneo que lleva la celebración de la forma extraordinaria.
Muchas gracias por estas aclaraciones,
EliminarRafael
Nótese que se trata de una misa privada efectuada en la capilla de un fundo (hacienda) y con asistencia sólo de las personas de la familia e invitados.
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