En Irlanda una crisis vocacional sin precedentes sacude las órdenes e institutos religiosos, favorecida por un clima de secularización y por el terrible descrédito de los abusos a menores en pasadas décadas. Sin embargo, los Padre Dominicos, en Cork, son hoy la envida de las restantes comunidades, por el crecimiento del número de novicios. ¿Su receta? una espiritualidad tradicional, y el uso constante del hábito de la orden. Un extenso artículo en The New York Times analiza este éxito.
Este caso es un ejemplo de que la regeneración de las órdenes y congregaciones religiosas tiene que partir desde abajo. No esperemos nada de la Congregación para los Obispos. Hoy se ha publicado el nombramiento de su secretario, el hasta ahora Ministro General de los Franciscanos, Padre Rodríguez Carballo. Es un nombramiento para que todo siga igual.
ResponderEliminarEl Papa Francisco ya ha recuperado la férula de Pablo VI para la toma de posesión de San Juan de Letrán. Era cuestión de tiempo...
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