Con ocasión de la toma de posesión del nuevo Obispo de Lourdes, un lector nos envía estas fotografías sobre la evolución del presbiterio de la Basílica del Rosario, del Santuario de Lourdes, Francia. El resultado final sin duda no entusiasmará a gran parte de nuestros lectores, pero es mejor que lo que había antes: el tabernáculo está ahora en el centro del presbiterio, hay una sede y un ambón (que no se ve en las fotografías) fijos, y un coro tallado también. El crucifijo en el centro del altar, de plata con incrustaciones, es imitación del estilo románico tardío. Los cambios han sido realizados bajo el pontificiado de Monseñor Perrier, ya Obispo emérito de Lourdes, quien fue el encargado de dedicar el altar.
ANTES:
AHORA:
Supongo que el recién nombrado Obispo de Lourdes no ha podido intervenir en esta remodelación, que será idea del anterior obispo.
ResponderEliminarEn España, afortunadamente, no se estilan los altares cuadrados.
ResponderEliminarLa verdad es que a mi me parece muy digno el nuevo presbiterio. Viajo con frecuencia a Lourdes, y, por ejemplo, el Santísimo estaba en la capilla frontal, y nadie se fijaba que allí estaba el Señor. Ahora está en un lugar de preferencia.
ResponderEliminarLos altares eran de materiales muy exraños, ahora se ve uno fijo, de piedra. Como se dice habitualmente, para gustos los colores; y el coro sustituye a unos horribles bancos de madera blancos que hubo en su momento, aunque si bien, últimamente se habían cambiado por otros.
Como bien dice el moderador, a muchos no les gustará; pero queda muchísimo más digno, y hemos de reconocer, que en la Iglesia tienen cabida todos los estilos artísticos que reflejen dignidad y a mi juicio (soy sacerdote), es un altar digno, un tabernáculo digno, que destaca la presencia del Señor en medio de todos, una sede digna, etc... Y un crucifijo en el que está la imagen del crucificado, que no estaba en esa cruz blanca que sentaba a la basílica como a un santo dos pistolas.
Luego, como decía, nadie está obligado a que le guste una cosa u otra. Aunque yo, personalmente, habría preferido un altar más sobrio donde se hubiera colocado la urna con las reliquias de Santa Bernardette; pero donde hay patrón, no manda marinero, y tengo entendido, que se ha colocado una reliquia de san Maximiliano María Kolbe en ese altar por disposición del nuevo obispo de Lourdes, Mons. Brouwet; con lo cual, al menos, algo se ha contado con él para la disposición final del presbiterio.
Un cordial saludo a todos.