Monseñor Nicola Bux -teólogo y consultor de la Oficina para las celebraciones litúrgicas del Santo Padre, y de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha concedido una entrevita a La Bussola Quotidiana, donde afirma sobre las Conferencias Episcopales:
"La autocefalia es una especie de virus que se convierte en un principio de destrucción de la Iglesia, y por desgracia, ha atacado también a la Iglesia Católica. Basta pensar en la elefantiasis de las Conferencias Episcopales (nacionales, regionales, territoriales) que prácticamente quieren también dictar leyes a la Sede Apostólica de Roma. El riesgo es grave: la realidad —no de hoy— es que hay un intento de parte de algunas Conferencias Episcopales de constituirse como alter ego de la Santa Sede, olvidando que las conferencias episcopales no son de institución divina. Son de los organismos eclesiales que por tanto tienen los límites de los organismos humanos. Ni siquiera la autoridad de un sólo obispo puede ser superada por una conferencia episcopal. Pero hoy somos testigos de esto, el lento, indirecto desautorizamiento de la autoridad del obispo individual por parte de las Conferencias Episcopales. Estas, entre otras, no tienen prerrogativas doctrinales, pero muy a menudo asistimos a tomas de posiciones casi contestatarias en confrontación de la autoridad del obispo de Roma, sin la cual no subsiste ni siquiera aquella de los organismos colegiados. Como enseña el Concilio Vaticano II, el colegio de los obispos no existe sin su cabeza. Si no proveemos de inmediato a curar este virus corremos el riesgo de terminar también nosotros en situación análoga —y yo diría siempre más difícil— a la de los llamados hermanos separados".
"Ni siquiera la autoridad de un sólo obispo puede ser superada por una conferencia episcopal."
ResponderEliminarSiempre he pensado eso. Un obispo = un sucesor apostólico.
Bendito monseñor Bux del que no hay manera de que publiquen en España su libro "Cómo asistir a Misa y no perder la Fe".Las editoriales "católicas" españolas funcionan un poco al mejor estilo "omertá",¿o no?. Monseñor mi opinión es esta: Disolución de las Conferencias Episcopales ¡YA! Para lo único que sirve es para enredar y para que Roma nos quede cada vez más lejos. Acaben con ellas, por favor.
ResponderEliminarY sirven para otra cosa más: para que el Obispo de turno esté más pendiente de lo que tiene que hacer en la CEE que de gobernar, enseñar y santificar a su diócesis, sobre todo con su presencia física.
ResponderEliminarSi el Papa las disolviera, un problema menos para la Iglesia.
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