En una nueva Navidad, desgarrada por la violencia contra los cristianos -los atentados terribles en Nigeria, por ejemplo- en un mundo violento e injusto en general, contraponemos la serenidad de nuestra fe. Las fotografías que siguen corresponden a la Santa Misa en la Basílica de la Natividad en Belén, presidida por el Patriarca Latino de Jerusalén. Aquí también se ha adoptado la disposición del altar conforme a la catequesis litúrgica de Su Santidad el Papa, con crucifijo central flanqueado por los candeleros. Las fotografías hablan también de un predominio de los fieles que reciben la Sagrada Comunión directamente en la boca.
¡Con qué poco nos conformamos!
ResponderEliminarAsí es, nos conformamos con que nos dejen trabajar en paz y a nuestro criterio. Conocemos el valor de todo, de lo mucho y de lo poco. Y todo es necesario, lo mucho y lo poco, al menos desde nuestro punto de vista.
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