Nuestros lectores recordarán la "batalla" que desde hace tiempo se libra en la parroquia de la localidad francesa de Thiberville. Su párroco, el reverendo François Michel (en la fotografía), había conseguido un auténtico milagro en una diócesis devastada: la iglesia repleta de fieles, Misa tradicional, adoración eucarística, rezo del rosario, procesiones, el índice más alto de confirmaciones en toda la diócesis, etc. Demasiada piedad para ser tolerada por su liberal obispo, Monseñor Nourrichard, Obispo de Evreux.
El obispo decidió no solo destituirlo sino que la parroquia desapareciera absorbida por otra. El sacerdote se negó a abandonar la iglesia y la comunidad no aceptó al nuevo párroco.
Finalmente, el mediador nombrado por la Congregación para el Clero, Monseñor Boulanger, Obispo de Bayeux-Lisieux, ha propiciado una solución. El padre Michel será el nuevo Rector de la iglesia de Planquay, a pocos kilómetros de su antigua parroquia, y en ella podrá oficiar la Misa en la forma litúrgica que considere conveniente, y seguir realizando su labor pastoral. Aunque con algunas nuevas limitaciones porque, al no ser párroco, necesitará permiso para poder celebrar bautizos o entierros.
Está visto que no se puede ser un sacerdote católico.Es demasiado para algunos obispos. Pues uno y otro serán juzgados. Ya veremos lo que opina el Juez.
ResponderEliminarQue no le pase nada a obispos caraduras como este es el verdadero drama de la Iglesia.
ResponderEliminarEn estas condiciones, ser católico es más complicado aún y si encima celebras por la forma extraordinaria, ya se trata de persecuciones como las de la antigua Roma.
Obediencia al papa...sólo para los Tradicionales? Francia es un desierto espiritual, con sequía de vocaciones y ejemplares como los prelados 23 y Nourichard. En mi diócesis, la Santa Misa está prohibida, por eso tengo que acudir a recibir mi pan espiritual a la SSPX. Acuerdos o no acuerdos. Salus animarum suprema lex.
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