Monseñor don Valentín Miserachs Grau, Presidente del Pontificio Instituto de Música Sacra, se dirigió recientemente a la Asamblea de la Federación Internacional Una Voce, con una ponencia que reproduce la web hermana Roma Aeterna, y de la reproducimos parcialmente, en este día tan significativo como es la fiesta de Santa Cecilia.
Fotografía: Saint Conleth´s Catholic Heritage
Monseñor Miserachs Grau denuncia "la invasión en nuestras iglesias de una ola de músicas pseudo-litúrgicas verdaderamente impresentables, tanto en el texto como en la composición" y ello pese a la voluntad de la Iglesia en favor del canto gregoriano claramente manifestada tanto en el Concilio Vaticano II como en las palabras de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. "Y aquí uno se pregunta: si también en nuestro tiempo la voluntad de la Iglesia es inequívocamente manifiesta, ¿cómo es que la praxis musical de nuestras iglesias se aparta en modo tan evidente de la sana doctrina?"
El Presidente del Pontificio Instituto para la Música Sacra analiza diversas cuestiones como la tendencia a transformar la acción litúrgica en un laboratorio de experimentos y la falsa interpretación de la doctrina conciliar (que no ha producido renovación, sino una progresiva degradación hasta el punto de parecerse a la música ligera más vulgar). Frente a ello destaca la importancia litúrgica del órgano de tubos y el carácter insustituíble del canto gregoriano:
"Por eso, el redescubrimiento del canto gregoriano es condición indispensable para devolver su dignidad al canto litúrgico. Y no únicamente como repertorio válido en sí mismo, sino también como ejemplo y fuente de inspiración para nuevas composiciones, como en el caso de los grandes polifonistas del Renacimiento, que, siguiendo los postulados del concilio de Trento, hicieron de la temática gregoriana la estructura que sostiene sus maravillosas composiciones. Si en el canto gregoriano tenemos el camino maestro, ¿por qué no seguirlo y obstinarnos, en cambio, en practicar senderos que, en muchos casos, conducen a ninguna parte? Pero para llevar a cabo este trabajo se necesita contar con personas talentosas y bien preparadas. Tal es el objeto del Pontificio Instituto de Música Sacra. Es por estos nobles ideales por los que se ha batido durante cien años y continuará haciéndolo en el futuro, en la convicción de rendir un servicio indispensable a la Iglesia universal en un campo de primerísima importancia como es el de la música sacra".
El Presidente del Pontificio Instituto para la Música Sacra analiza diversas cuestiones como la tendencia a transformar la acción litúrgica en un laboratorio de experimentos y la falsa interpretación de la doctrina conciliar (que no ha producido renovación, sino una progresiva degradación hasta el punto de parecerse a la música ligera más vulgar). Frente a ello destaca la importancia litúrgica del órgano de tubos y el carácter insustituíble del canto gregoriano:
"Por eso, el redescubrimiento del canto gregoriano es condición indispensable para devolver su dignidad al canto litúrgico. Y no únicamente como repertorio válido en sí mismo, sino también como ejemplo y fuente de inspiración para nuevas composiciones, como en el caso de los grandes polifonistas del Renacimiento, que, siguiendo los postulados del concilio de Trento, hicieron de la temática gregoriana la estructura que sostiene sus maravillosas composiciones. Si en el canto gregoriano tenemos el camino maestro, ¿por qué no seguirlo y obstinarnos, en cambio, en practicar senderos que, en muchos casos, conducen a ninguna parte? Pero para llevar a cabo este trabajo se necesita contar con personas talentosas y bien preparadas. Tal es el objeto del Pontificio Instituto de Música Sacra. Es por estos nobles ideales por los que se ha batido durante cien años y continuará haciéndolo en el futuro, en la convicción de rendir un servicio indispensable a la Iglesia universal en un campo de primerísima importancia como es el de la música sacra".
Aconsejamos leer el artículo en su integridad: Roma Aterna
Yo tengo mi particular opinión: porque aquí se está para no obedecer al Santo Padre ni a la Santa Madre Iglesia sino más bien para desacralizar lo que se pueda la liturgia católica y que cada vez se parezca más al culto protestante que ni es culto ni es nada.
ResponderEliminar¡Pues que se reforme cuanto antes! Ya está bien de tanta misa de palmoteo y guitarrón, de tanto "Santo" con música de Los Beatles y tanto "En este mundo que Cristo nos da" con música de Joan Baez, de tanta paráfrasis del Padre Nuestro, de tanto canto neojudaizante de las comunidades neocatecumenales, de tanta chorrada musicaloide para las Misas con niños... ¡Ay, por Dios, que reformen cuanto antes!
ResponderEliminarUrgente, Urgente, acabar con la narcomúsica idiotizante de nuestras celebraciones. Son auténticos tarareos y becerreos para tontos de babero.¡Basta ya!
ResponderEliminar¡Pero bueno! ¿Cómo permite el administrador de este blog que el Sr Rodolfo Plata diga que San Pablo cometió errores en sus epístolas? Las epístolas de San Pablo son PALABRA DE DIOS, y Dios no puede ni engañarse ni engañarnos. ¡Haga usted el favor, hombre!
ResponderEliminarSuprimido el comentario. La verdad es que no se explica que cuelguen aquí ese tipo de comentarios.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Sr. administrador! ¡Ya me extrañaba a mí que en este sitio donde se respira ortodoxia y comunión con la Santa Madre Iglesia se permitiera semejante barbaridad!
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