El blog amigo La cigüeña de la torre ha publicado un breve pero interesante artículo sobre la suspensión de la Misa diaria en el Tercer Monasterio de la Visitación (Salesas) de Madrid, que pueden ver en el enlace, y del que extraemos algunos párrafos:
"Cada vez estoy más convencido de que estos arreglos arreglan poco... bueno sería que se concediera una iglesia madrileña al modo extraordinario. De forma que en ella sólo hubiera esa liturgia. Sin perjuicio de que si un párroco considerara que en su parroquia se debía celebrar alguna misa en el modo extraordinario pudiera hacerlo. No es normal que la misa tradicional, y el derecho de los fieles a poder acudir a ella, sea una constante lucha contra los elementos. El derecho no es cosa de suplicarlo, se reclama. Pero la generosidad, la magnanimidad, la comprensión, la atención a los fieles son, además, cualidades del alma buena. La negativa por principio, el obstáculo incomprensible, el gesto desabrido cuando no hostil, delatan algo que no debería ser sacerdotal.
La misa tradicional no puede ser la yenka. Un hoy alegrarnos para mañana entristecernos y pasado volvernos a alegrar. El Papa la quiere. Pues no la obstaculicemos. Todos sabemos que en España es un deseo minoritario y que sería absurdo abrir treinta templos para su celebración. Pero es fastidioso estar pidiendo siempre como limosna lo que es de uno. Y si además lo dan cicateramente y con múltiples inconvenientes todavía peor".
Creemos que don Francisco José Fernández de la Cigoña ha acertado en su opinión. La Misa tradicional en Madrid ha estado errabunda de la Capilla de la Virgen del Puerto, a la Parroquia de San Luis de los Franceses, de ahí al Monasterio de las Salesas, para volver a la Misa diaria en la casa del Instituto de Cristo Rey.
En Estados Unidos hay ya decenas de parroquias personales dedicadas a la Forma Extraordinaria. Quizás va siendo hora de tener una en España. El motu proprio Summorum Pontificum lo contempla. En Europa también se han concedido numerosas iglesias al Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote o a la Fraternidad de San Pedro; incluso iglesias céntricas y de gran valor artístico, que pontencian la belleza de esta forma litúrgica. Una iglesia dedicada a la Forma Extraordinaria tiene sentido en un templo céntrico, porque su feligresía se compone de personas de todas las zonas de la ciudad. Son iglesias con la Misa diaria, pero también con bautizos, bodas, funerales, conferencias, grupos de canto gregoriano, catequesis para adultos y para niños; así puede constituirse una comunidad y dar gran fruto un apostolado.
Seguro que existe más de una capilla en Madrid que reúne estos requisitos y que, por su poco uso, puede ser dedicada a la Forma Extraordinaria.
La cigüeña de la torre
En Estados Unidos hay ya decenas de parroquias personales dedicadas a la Forma Extraordinaria. Quizás va siendo hora de tener una en España. El motu proprio Summorum Pontificum lo contempla. En Europa también se han concedido numerosas iglesias al Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote o a la Fraternidad de San Pedro; incluso iglesias céntricas y de gran valor artístico, que pontencian la belleza de esta forma litúrgica. Una iglesia dedicada a la Forma Extraordinaria tiene sentido en un templo céntrico, porque su feligresía se compone de personas de todas las zonas de la ciudad. Son iglesias con la Misa diaria, pero también con bautizos, bodas, funerales, conferencias, grupos de canto gregoriano, catequesis para adultos y para niños; así puede constituirse una comunidad y dar gran fruto un apostolado.
Seguro que existe más de una capilla en Madrid que reúne estos requisitos y que, por su poco uso, puede ser dedicada a la Forma Extraordinaria.
La cigüeña de la torre
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