El 30 de octubre la cadena de televisión Intereconomía tuvo la valentía de proyectar la película Católicos, dentro del programa Lágrimas en la Lluvia de Juan Manuel de Prada. Se trata de una película británica de 1973, dirigida por Jack Gold, y basada en una novela de Brian Moore (1972). El nombre original es The Conflict, aunque distribuída también como Catholics. Y con un notable reparto. Es una película poco conocida, salvo en ámbitos tradicionales.
El argumento se basa en un hipotético Concilio Vaticano IV, que en un deseo ecuménico de aproximarse a las demás religiones, dictamina que no existe presencia real de Cristo en la Eucaristía, sino que se trata de un símbolo. Los monjes de una aislada abadía irlandesa se niegan a aceptarlo, y comienzan a oficiar la Misa tridentina.
Al margen del valor cinematográfico, la película es muy valiente, ya que está realizada en fecha muy próxima a la reforma litúrgica. Los diálogos sobre la peremnidad de la Misa, sobre el uso del latín, sobre la fe en el misterio eucarístico son muy interesantes. La película tiene una salida desconcertante en la falta de fe del abad del monasterio (Trevord Howard), pero esta se ve más como debilidad humana y como recurso dramático; y en nada desvirtúa la fe inquebrantable de los demás monjes. Impagable es la escena del joven sacerdote "progresista" enviado por Roma (Martin Sheen) que hace yoga mientras los religiosos rezan maitines.
Evidentemente la película parte de una premisa inexistente (Roma no ha renegado nunca de la fe en la presencia real), sin embargo esta premisa si tiene mucha relación con corrientes teológicas que niegan o minimizan el misterio. Y por otra parte es inevitable la comparación entre el Vetus y el Novus Ordo.
El problema no es "Novus Ordo" o "Vetus Ordo": no existe enfrentamiento u oposición entre uno y otro, porque AMBOS, sin excepción son la renovación incruenta del único sacrificio de Cristo en la cruz; en ambos se participa del banquete eucarístico; en ambos hay presencia real, verdadera y substancial de Cristo... El problema no es ese, créanme, como tampoco hay oposición entre el rito católico romano, mozárabe, ambrosiano o bizantino-católico. El problema es, en realidad, la infidelidad a las rúbricas litúrgicas en el "novus ordo": los inventos y las improvisaciones por parte de algunos presbíteros; el empobrecimiento de los signos por mor de una supuesta búsqueda de sencillez y humildad (cálices de barro, casullas de tela de saco, un sólo candelabro -de barro, faltaría más- sobre el altar; la música dedicada al culto con letras y melodías más propias de "Ella Baila Sola" que del servicio del altar (en mi parroquia, sin ir más lejos, hay determinadas canciones cantadas por catequistas cuyas letras se pueden aplicar a Nuestro Señor o a tu novio... Además, no se nombra a Cristo); templos en los que las sagradas imágenes desaparecen y toman aspecto de cochera para autobuses... Si el clero celebrara el "novus ordo" fielmente, siguiendo el ejemplo de unción y reverencia que se desprende del modo de celebrar la Eucaristía Santo Padre Benedicto; si el clero cortara de raiz -con dulzura pero con firmeza- las intromisiones de algunos seglares metidos a teólogo-liturgo-cardenal que pululan en algunas parroquias... entonces veríamos que el "novus ordo" no está nada mal. ¿O no nos llena de devoción la Misa "novus ordo" que celebra S.S. el Papa Benedicto?
ResponderEliminarO.K Anónimo. Está muy claro. Pero la secta de rebeldes a Roma sigue erre que erre, sin que los obispos muevan una pestaña.
ResponderEliminarYo añadiría algo más: mientras el Vetus Ordo no permite la alegría de innovar y crear sobre la marcha, el Novus sí. Y ese, es un error que debe corregirse en adelante si se quiere celebrar el Novus Ordo como marcan las rúbricas.
ResponderEliminarSi un Ordo se flexibiliza tanto, pasa luego lo que pasa.
El novus ordo, mi querido amigo, no permite innovaciones, porque para eso está la liturgia y sus rúbricas. ¿Le da a S.S. el Papa por innovar el novus ordo cuando celebra en la Basílica de San Pedro o en sus viajes apostólicos? No es culpa, no, del novus ordo, sino de aquellos presbíteros que se creen por encima de todo y de todos e inventan a su capricho. El novus ordo, bien celebrado como manda la Santa Madre Iglesia, es tan válido e inspira tanta devoción como el vetus.
ResponderEliminarVamos a pasar por alto que el Novus Ordo fue obra de Anibale Bugnini, vamos a pasar por alto que Anibale Bugnini fue sometido a investigación oficial por su relación con el maestre del Gran Oriente de Italia, vamos a pasar por alto que hay siete encíclicas de diferentes Papas condenando de forma solemne la pertenencia a la francmasonería como grevemente incompatible con la católica, vamos pasar por alto el hecho de que Anibale Bugnini requirió la opinión de seis ministros protestantes y un rabino judío, vamos a pasar por alto que por esta razón el Novus Ordo es una copia del Ordo Divino de Crammer, al cual se opusieron muchos católicos ingleses que pagaron con su vida el plegarse a semejante engendro, vamos a pasar por alto que la celebración pasa de estar centrada en Dios a estar centrada en el hombre y eso no es ninguna diferencia de poca monta porque parte de una antropología y teología completemente diversa, vamos a pasar por alto adiciones a la postconsgración tales como: "esto sera para nosotros pan de vida y bebida de salvación" con lo cual la transubstanciación se convierte en transignificación es decir que la conversión el pan en el cuerpo de Cristo deja de ser un hecho real para convertirse en algo que será "para nosotros", es decir en algo que sucede "dentro de la conciencia de la comunidad" tal y como siempre sostuvo la herejía modernista, vamos a pasar por alto que un Concilio "pastoral" no tiene capacidad para extraer conclusiones dogmáticas y si lo hace es en fraude de ley, vamos a pasar por alto que la doctrina de la Iglesia no depende de la voluntad de las autoridades eclesiásticas si no de la propia palabra del magisterio constante de la Iglesia que no puede contradecirse de forma tal que como sostiene San Pablo ante los Gálatas "si nosotros o algun ángel del cielo predicare algun evangelio distinto del que habéis recibido, sea anatema." Porque el Vicario de Cristo, efectivamente goza del caracter de la infalibilidad, si y sólo si habla en materia de fe y costumbres, y aún en ese caso, las asistencia especial del Espíritu Santo no garantiza su aprovechamiento porque el Papa con su libertad puede obrar en contra de ese Espíritu y tambien es doctrina de la Iglesia que el Papa, y por extensión la Iglesia, goza de la Asistencia especial del Espiritu Santo "para conservar el depósito de la Fe" pero para introducir novedades, de forma tal que San Roberto Belarmino considera que si un Papa enseñare cosas distintas a la las enseñadas por la Iglesia en todo tiempo, no sería verdadero Papa aunque su investidura hubiere sido legítima y debería considerarse un antipapa. Todo ello lo recuerdo no para hacer una llamamiento a la rebelión si no para introducir los necesarios matices en un tema tan grave como el que nos ocupa.
ResponderEliminarNo sé si alguno ha tenido la oportunidad de asistir a un Rito Luterano, yo tuve la oportunidad de investigar un poco al respecto, hay una gran diversidad de formas en los Ritos Luteranos, pero los más comunes tienen una gran afinidad con el Novus Ordo Missae (NOM), de hecho los Ritos Luteranos poseen una genuflexión más que el NOM, que solamente conservó dos, aunque he visto que en algunos comentarios algunos opinan que son tres, de ser así, entonces continen las mismas genuflexiones. Estoy seguro de que esto no es casualidad, ya que en la confección del NOM, participaron varios consejeros protestantes. Ya desde Paulo VI, la forma y rúbricas del NOM rezada por el propio Paulo VI tiene más afinidad con el Rito Luterano que con el Tridentino. Más allá de discusiones doctrinarias (que pueden ser muy eruditas pero que en los foros de Internet se prestan a denostaciones y descalificaciones a veces no tan válidas), considero que el resultado práctico es sumamente contundente, asistan a un Rito Luterano y otro del NOM y podrán ver su simulitud, y después al Rito Tridentino y podrán palpar la gran diferencia. La cuestión fundamental es ¿por qué se cambió un Rito tan solemne a un Rito Protestante?, no es simple retórica, cualquiera puede constatar la similutud del NOM y el Rito Luterano y la gran diferencia con el Rito Tridentino. Resulta muy coincidente (a pesar de 400 años de diferencia) que Lutero y el Vaticano II arribaron a practicas demasiado similares en el Rito, aunque por justificaciones distintas, pero curiosamente Lutero atacó al Rito Católico (aún no era Tridentino, el Rito Tridentito fue codificado en 1563, de hecho se estatuyó, entre otros motivos, para contrarrestar la Reforma Luterana, Calvinista y de Erasmo de Roterdam), y 400 años después, pareciera la Reforma de la Contrarreforma, o bien se pudiera decir: "el Vaticano II o la reivindicación de Lutero".
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