Su Santidad el Papa Benedicto XVI da ejemplo en la liturgia devolviendo la cruz al centro del altar, flanqueada por seis candeleros, tres a cada lado, (uno más si se trata de Misa pontifical). El sentido del crucifijo es evidente: volver a una concepción cristocéntrica de la liturgia y -allí donde se ha perdido la orientación geográfica, ad Orientem, propia del culto católico- recuperar al menos una orientación teológica.
Pero, ¿qué sentido tienen los candeleros?. Hemos encontrado un excelente artículo explicativo del padre Jon M. de Arza, en un consultorio sobre temas litúrgicos.
El sacerdote recuerda, antes que nada, lo previsto por la Ordenación General del Misal Romano:
"117. Cúbrase el altar al menos con un mantel de color blanco. Sobre el altar, o cerca de él, colóquense en todas las celebraciones por lo menos dos candeleros, o también cuatro o seis, especialmente si se trata de una Misa dominical o festiva de precepto y, si celebra el Obispo diocesano, siete, con sus velas encendidas..."
Hermosa también esta cita de San Jerónimo a propósito de los cirios que se encendían para leer el Evangelio: «En todas las iglesias de Oriente se encienden cirios de día cuando se lee el Evangelio, no para ver claro, sino como señal de alegría y como símbolo de la luz divina de la cual se lee en el Salmo: vuestra palabra es la luz que ilumina mis pasos».
Hoy día es muy común, continúa el artículo, que los cirios se coloquen en un solo lado del altar, lo cual empobrece mucho su sentido. El poner los cirios a ambos lados del altar tiene una simbología importante, sacrificial, dado que evoca el sacrificio que Dios mandó realizar a Moisés y a su pueblo entre dos luces (Ex 12, 6), o también lo del profeta Malaquías, "desde donde sale el sol hasta el ocaso", y también el Sal 113, 3: "¡De la salida del sol hasta su ocaso, sea loado el nombre de Yahveh!".
Si no pueden colocarse sobre el altar, por ser muy grandes o pesados, está bien ponerlos en el suelo a los lados.
ResponderEliminarLa lengua español no es mi idíoma primera; por eso, perdonáme por mis errores.
ResponderEliminarPienso que el acomodamiento de Papa Benedict XVI es un paso en la dirección correcto, pero solo es un paso. Nuestros Catolícas de un modo de pensar tradicional preferirían ver los sacerdotes celebran la Misa Sancta con el orientacíon "ad orientem" si esa filosofía estuviese predominante. Sin embargo, estoy felíz ver que la iglesia está empezando adoptar el uso de seis candeleros sobre el altar.
En mi país de los EEUU, nunca veo más que dos candeleros, que es, a una Misa de el Novus Ordo. Siempre veo seis a una Misa de la forma Extraordinaria.